El primer día de la Serie Internacional Nicaragua vs. Puerto Rico se desarrolló en un contexto de tensión social, en medio de la liberación de presos políticos y la prohibición policial de marchar. Llegando al Estadio Nacional Dennis Martínez había un tráfico pesado, el parqueo agotado y una gran cantidad de policías resguardando el lugar. La primera impresión desde fuera era la de una instalación colmada hasta el último rincón, pero no fue así. No obstante, asistieron un poco más de la mitad de la capacidad del coloso, al menos unas 8,000 personas veían el desafío teñido de polémica por el uso de la instalación deportiva en tiempos de protestas.
Cuando el partido comenzó todavía la asistencia era floja, sin embargo, en el segundo episodio, en el momento que Nicaragua ganaba 2-0, los espacios se fueron ocupando. Habían largas filas para entrar, cerca del quinto inning ya estaban despejadas en su totalidad.
A dos días para iniciar la serie contra Puerto Rico, LA PRENSA realizó un conteo en la página oficial de la venta de boletos, y arrojó que de las 15,700 sillas estaban vendidas 6,539 para el primer día, en otras palabras, un 41 por ciento de su capacidad, habiendo más boletos vendidos para el segundo día con 7,463 y 6,114 para el último encuentro. Nada parecido a lo sucedido en la inauguración contra Taiwán (98 por ciento a 10 días) y en la serie contra Cuba (95 por ciento vendido restando 15 días).
Dos de los hijos de la pareja dictatorial presentes
El desarrollo del partido se realizó sin ningún incidente. Llamó la atención la presencia de dos de los hijos de la pareja dictatorial. Maurice Ortega y Juan Carlos Ortega paseaban por el área del food court en la primera planta, rodeados de mucha seguridad personal y a la vista de todos los presentes.
Detalles de Puerto Rico
Según periodistas boricuas, esta selección de Puerto Rico es la que probablemente vaya a los Juegos Panamericanos de Lima este año. De los convocados se elegirá al equipo definitivo.
Juan Igor González será el mánager para esos juegos, además el lanzador abridor, Fernando Cabrera tiene dos temporadas invicto en la liga local y es el mejor lanzador en este momento, de los que no pertenecen a organizaciones de Grandes Ligas.
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