Madres y familiares de los presos políticos realizaron este sábado un plantón en silencio en los predios de la Catedral de Managua, en demanda de la liberación de sus hijos.
Lea también: Aumenta a 802 el número de presos políticos en Nicaragua
Estudiantes y profesionales de la salud también llegaron a acompañar este plantón que duró al menos dos horas, desde las 9:00 a.m. y finalizó con la misa de mediodía.
Durante todo el plantón no se gritaron consignas ni demandas. Los participantes se taparon la boca con un pañuelo o con un tapabocas –como el usado por los médicos–, de manera simbólica, para demostrar que no quieren confrontación ni provocar conflicto.
Esta vez la Policía Orteguista (PO) no rodeo la iglesia sonando las sirenas de las patrullas, aunque sí había presencia policial en los alrededores de la catedral, como ya es costumbre.
Eimy Ramos, uno de las madres que participó en el plantón, relató las torturas que ha sufrido en la cárcel su hijo, Dilan Antonio Zeledón, de 21 años, quien estudiaba Contaduría en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua de Matagalpa (UNAN-Matagalpa). Zeledón fue detenido por la PO hace 10 meses por abandonar la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), organización estudiantil que obedece a los intereses del partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
“Fue torturado salvajemente porque lo tienen como traidor. Está enfermo, convulsiona, tiene reventado su oído, ya no escucha. Cuando él estuvo en El Chipote me le pusieron choques eléctricos en sus testículos, me le dieron golpes eléctricos en la cabeza, lo guindaban de los brazos, le dieron con la cacha de la pistola en la cabeza ahí fue que entró en convulsión”, dijo Ramos originaria de Matagalpa.
El régimen de Daniel Ortega anuló las protestas en las calles a punta de represión policial y ataques armados de grupos paramilitares. Sin embargo, las opositores siempre están en busca de otras formas de protestar sin exponerse a las agresiones o las balas. Las iglesias han sido uno de los espacios donde los manifestantes se expresan, aunque han habido ocasiones en que la Policía o los paramilitares atacan los templos.
“Como madre tenemos miedo, pero por nuestros hijos somos capaces de todo: de perder el miedo, de exponernos, por nuestros hijos vale la pena, porque salieron de nuestras entrañas”, dijo Sorayda Oporta, mamá del preso político Juan José López, quien lleva un año en la cárcel, siendo uno de los primeros detenidos por llevar víveres a los estudiantes de la Universidad Politécnica de de Nicaragua (UPOLI).
El país vive en crisis desde el 18 de abril de 2018, cuando comenzó la represión policial y paramilitar contra las protestas civiles que demandan la salida de Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, del poder.