Comerciantes de los distintos mercados de la capital están apurados por vender los alimentos perecederos (tomate, cebolla, lechuga, repollo, chiltoma, zanahoria) debido a la llegada de las lluvias.
Aseguran que la mayoría de las hortalizas se están pudriendo por la humedad y eso les genera pérdidas considerables.
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“Significa bajar los precios para atraer a los clientes, no podemos quedarnos con el producto, hay que realizarlo. La gente encantada, sale ganando, pero nosotros sufrimos”, refiere Lorena Suárez, vendedora del mercado Oriental.
Por su parte Fidel Gutiérrez expresa que es lamentable el golpe que están recibiendo los bolsillos de los cebolleros, pues están comprando el quintal a 1,200 córdobas y no ha visto ganancias.
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“Cuándo la vamos a ver si para no quedarnos con todo nosotros asumimos el valor restante y damos la libra barata para ayudarle a la gente, también pasa con el tomate, con todos los perecederos”, expone González, del Mayoreo, quien no ve un futuro productivo en el negocio, por el clima y la pésima situación económica.
Mala venta de carnes
Solo en día de pagos se mueve la carne, aseguran los comerciantes del Oriental, “ahorita que la gente recibió su dinerito estuvo bien, pero ya solo estamos soplando, así está en todos lados, vamos de mal en peor, pero ahí vamos”, dijo Rebeca García.
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