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Venezuela, España, Nicaragua, servicios aéreos, aerolíneas

Aeropuerto Internacional de Managua. LAPRENSA/ARCHIVO

Presencia de asesores cubanos en Nicaragua se habría duplicado desde abril de 2018

Hasta 200 asesores de cubanos podrían estar operando en Nicaragua de forma regular, de acuerdo a fuentes de alto nivel ligadas a la dictadura.

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Hasta 200 asesores de cubanos podrían estar operando en Nicaragua de forma regular, de acuerdo a fuentes de alto nivel ligadas a la dictadura.

Según la información, ratificada por dos fuentes ligadas a las estructuras del gobierno, los cubanos que operan como “asesores” en Nicaragua son miembros de la Dirección de Seguridad del Estado, bajo la jurisdicción del Ministerio del Interior de la isla.

Operan en Nicaragua desde 2007 y de forma más intensa y numerosa desde 2018, a raíz de la rebelión del 18 de abril y desde entonces han duplicado la presencia en Nicaragua con supuestos planes de capacitación a funcionarios de la Policía Nacional, Migración y Extranjería, Dirección General de Aduanas y Sistema Penitenciario.

De acuerdo a las fuentes, los cubanos vienen con pasaporte oficial y diplomático, la mayoría son recibidos por Protocolo del Aeropuertoy atendidos en la taquilla especial número 1 del Aeropuerto Internacional.

Camuflados entre “turistas” de La Habana

En ocasiones son esperados por personal y oficiales de la embajada de Cuba, a veces llegan funcionarios del Estado, como Cancillería, Gobernación y policía y militares en retiro en cargos de operadores políticos del régimen.

La mayoría viene directo de La Habana en vuelos de Conviasa, la aerolínea venezolana, y otros desde Venezuela con escala en Panamá, entre los migrantes cubanos ordinarios que vienen al país como turistas o para viajar a Estados Unidos.

De acuerdo a las fuentes, algunos funcionarios cubanos regresan a la isla a los dos días, por lo cual se sospecha que su misión era perseguir o vigilar a turistas cubanos en su viaje a Nicaragua, pero la mayoría se queda entre dos y cuatro meses impartiendo capacitación a funcionarios nacionales.

Desde enero de 2019, Nicaragua le abrió las puertas a los cubanos para que puedan ingresar como turistas al país. LA PRENSA/CORTESÍA

El contenido de las capacitaciones

“Las clases que nos imparten los cubanos son Defensa Personal, Disparos con armas cortas, Actividad Subversiva, Psicología Operativa, Criminalística, Análisis de Documentos, Tácticas y Técnicas de entrevistas (léase interrogatorio), Medidas de Seguridad Interna (para los aeropuertos y puestos migratorios)”, explica una fuente.

Algunas capacitaciones teóricas se ejecutan en las oficinas del edificio Silvio Mayorga, sede del Ministerio de Gobernación, otras lecciones prácticas se realizan en los campos del Sistema Penitenciario Jorge Navarro en Tipitapa, otros en sedes policiales como Plaza el Sol, Academia Walter Mendoza e Instituto de Criminalística y Ciencias Forenses.

De igual manera se desarrollan prácticas en las terminales aéreas, puestos fronterizos terrestres y puertos con los instructores nacionales y cubanos.

Los cursos duran entre cuatro y seis meses cada uno y son requisitos obligatorios para personal de Gobernación en las siguientes categorías de cursos: Inducción, Básico y Elemental, de acuerdo a la información.

Los cursos militares a los policías se están impartiendo en todo el país. En la imagen un entrenamiento en la sede central de la Policía. LA PRENSA/ REPRODUCCIÓN/ VISIÓN POLICIAL
En los cursos militares se está integrando no solo a policías, sino también a paramilitares y a personas que laboran para el Estado. LA PRENSA/ TOMADA DE LA PÁGINA WEB DE LA POLICÍA NACIONAL

Programa de control migratorio es cubano

De acuerdo a la información, el sistema de control migratorio nicaragüense es 100 por ciento cubano.

El sistema anterior, que fue desarrollado por Estados Unidos y se alimentaba de una base de datos de la inteligencia de ese país, fue sustituido en 2008 por un sistema cubano denominado Front Pass que -según los informantes- ha resultado un fiasco tecnológico ya que es inestable y además obliga al usuario a preguntar al viajero las mismas preguntas cada vez que sale o entra, ya que no se muestran en la terminal.

Este sistema reclasifica hasta a los países bajo otras categorías y permite a la inteligencia cubana acceder a la base de datos de viajeros de paso por Nicaragua hacia otros países, según la información filtrada.

Se cubanizan

En muchos casos, la cooperación cubana también ha permitido el viaje de funcionarios y policías nicaragüenses a La Habana a capacitaciones que luego vienen a replicar a sus bases y secciones.

Muchos de ellos regresan actuando como cubanos, hablando como cubanos, gritando como cubanos…: “Puede ser que muchos de los policías y funcionarios capacitados allá, aquí actúen y hablen como cubanos para impresionar, porque los cubanos tienen un perfil bajo en las operaciones públicas y son muy estrictos en ese papel, pero no hay que descartar tampoco que los asesores hayan intervenido como instructores ‘en vivo’ de interrogatorios y torturas para extraer información, como clases prácticas”.

Estos asesores, según las fuentes, fueron los estrategas de los cursos de entrenamientos de guerra a policías y funcionarios públicos a lo largo de 2018, denominados “Curso Concentrado Táctico Militar Policial”.

La invasión de finales de marzo

Por ejemplo, más de 100 agentes cubanos ingresaron previo y durante la visita del Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, quien llegó la noche del miércoles 27 de marzo a Managua para participar en la reunión del 25 aniversario de la Asociación de Estados del Caribe que se desarrolló el 28 y 29 de marzo.

A su llegada fue recibido por el embajador de Cuba en Nicaragua, Juan Carlos Hernández Padrón y por Sidhartha Marín, Ministro Asesor del Presidente de Nicaragua para Políticas y Asuntos Internacionales.

La cantidad de agentes era elevada para el nivel diplomático del canciller cubano, quien era públicamente el anunciado, pero luego se avisó que quien en realidad vendría a representar a Cuba era el presidente nombrado de la dictadura castrista, Miguel Díaz-Canel, quien ingresó con su propio anillo de seguridad.

Tras la llegada de los diputados del Parlamento Europeo a Nicaragua se desplegó un fuerte dispositivo policial en las diferentes calles y rotondas de Managua, ante la posibilidad de plantones en el Aeropuerto. LAPRENSA/J. Flores

Antes del 18 de abril, la presencia cubana ya era activa y oscilaba entre los 100 y 150 asesores recurrentes, de acuerdo a la información suministrada. Pero después se elevó a un promedio de 300 por mes hasta finales de 2018 y ahora ha oscilado entre 150 y 200 de forma recurrente, sin incluir los agentes “orejas” que vienen infiltrados en los vuelos de Conviasa y otras aerolíneas y regresan a los pocos días.

A diferencia de los migrantes cubanos, que se dispersan en Managua en hostales de bajo costo, a veces en taxis, los oficiales cubanos son llevados en vehículos del Estado o alquilados a casas de protocolo del Estado y otros sitios reservados por la propia cancillería de Nicaragua y embajada de Cuba.

Denuncias de torturas contra cubanos

A la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) han llegado numerosas denuncias y testimonios de personas que han sido detenidas en el marco de la grave crisis de represión que sufre el país.

“Recuerdo que antes del 18 de abril, cuando aun la Policía no nos declaraba la guerra, yo me entrevistaba con un comisionado que me decía que tenía que desocuparse temprano porque tenía que ir a un hotel a traer a unos asesores cubanos”, recuerda el abogado Pablo Cuevas, de la CPDH, quien se reserva la identidad del funcionario policial para no causarle perjuicio.

“Desde hace años la Policía viene siendo entrenada por la policía cubana, eso explica el desprecio que sienten las autoridades policiales por los derechos humanos, estamos hablando que en Cuba hablar de los derechos humanos es ser  subversivos. Bajo esa misma línea han capacitado, formado educado a la policía y eso explica el actuar policial”, dice Cuevas.

“Eso explica las denuncias que yo personalmente he recibido. No recuerdo la cantidad, no hemos consolidado ese dato la verdad, pero podemos hacerlo”, advierte.

Pablo Cuevas, asesor legal de la CPDH.
LA PRENSA/ARCHIVO

Casos de abusos y terror

“Recuerdo casos que me han marcado. Recuerdo que el año pasado recibí la denuncia de una muchachita de 16 años de Ciudad Sandino, que venía con una compañerita del colegio, fueron abordadas por oficiales de Policía y fueron retenidas para requisarlas. Venían en uniforme azul y blanco”, recuerda Cuevas.

“El relato de la niña decía que a ella la había requisado un oficial de la Policía con acento cubano y lo describí así: hablaba igual que la doctora Polo (Ana María Polo, abogada cubana y presentadora de televisión del programa Caso Cerrado). El policía cometió abuso sexual, la manoseó y le metió las manos en sus partes íntimas”, describe Cuevas.

Grupos de antimotines altamente armados. LAPRENSA/Manuel Esquivel

“Cuando me revisan, me levantaron mi camisa, y me comenzaron a manosear entre cuatro hombres, no hubo una sola parte de mi cuerpo que no me tocaran, ellos tenían acento cubano, creo que uno era venezolano, estaban encapuchados, pero vi que uno era moreno”, relató la niña en presencia de su madre ante la CPDH.

“Recuerdo dos denuncias más de dos reos políticos excarcelados que te hablan que fueron torturados por personal cubano, que daban las órdenes, que hablaban con acento cubano, por ejemplo me decía a mí un joven que fue capturado y llevado al Chipote, que él trabajó para Alba generación y que ahí trabajaban cubanos y que él conoce perfectamente el acento cubano. El que dirigía las torturas era un cubano, que le hacía preguntas, trataba de hablar lo menos”, sigue explicando Cuevas.

Ortega
Antimotines recorren las calles de León imponiendo terror para evitar que la ciudadanía salga a protestar. FOTO: Eddy López/ LA PRENSA

Las siglas del terror

“También recuerdo el caso de un muchachito de 14 años que mientras venía transitando del colegio Salvador Mendieta, en la colonia Centroamérica, pasó por la estación cinco de la Policía y estaban unos oficiales de la Dirección de Operaciones Especiales, él traía una gorra azul con el escudo de Nicaragua, los oficiales lo vieron, lo obligaron a entrar a la estación y con una jeringa le tatuaron las siglas del FSLN en su bracito, y la misma historia: era un hombre con acento cubano quien dio la orden de lo torturaran, que no decía chavalo sino chico, los chavalos ahora por las comunicaciones y las tecnologías saben los acentos de los países”, describe Cuevas.

Las heridas recién hechas en el brazo izquierdo del adolescente que fue torturado por policías en el Distrito Cinco, cerca de la Centroamérica. LA PRENSA/ ELÍZABETH ROMERO

Se le pregunta a Cuevas ¿Han intentado pedir explicaciones?

Responde: “Usualmente íbamos a Asuntos Internos, pero ya ni nos reciben, no nos dejan pasar de recepción y nos mandan al Ministerio Público, cuando le corresponde a asuntos internos. Somos non gratos”.

“Se nos está importando el modelo de terror que vive Cuba”

Los tres últimos casos denunciados fueron el 19 de marzo en la CPDH. Dos jóvenes brindaron testimonio diciendo que fueron secuestrados en la zona de Altamira cuando se dirigían el sábado 16 de marzo a la marcha.

Fueron conducidos a la Estación 5 después de ser ultrajados a patadas en la camioneta policial.

Ahí pudieron escuchar a cubanos ordenando golpearlos, pero no pudieron verlos porque los mantuvieron con la cabeza agachada bajo la amenaza de que si alzaban la vista “les arrancaban los dientes”.

Varios manifestantes fueron capturados por los antimotines, entre ellos Flor Ramírez, la señora del huipil azul y blanco que no falta en las marchas. LA PRENSA/ÓSCAR NAVARRETE
La respuesta del régimen fue de rechazo, argumentando que “era un insulto” aceptar la presencia de la ONU y la CIDH como garantes. LA PRENSA/ÓSCAR NAVARRETE

Igual se denunció el caso de otro joven secuestrado en la misma zona y conducido a un sitio donde lo colgaron de las muñecas mientras un hombre con acento cubano lo insultaba, agredía y amenazaba.

“Se nos está importando el modelo de terror que vive Cuba”, advirtió Cuevas.

LA PRENSA consultó en la embajada cubana a inicios de mayo, pero no hubo respuestas de una mujer que levantó el teléfono y a quien se le explicó el tema de interés periodístico. Tampoco hubo respuesta en las oficinas de Gobernación Central.

Testimonio desde el exilio

LA PRENSA habló con “Flores”, un pequeño comerciante informal de Masaya que se exilió en septiembre del año pasado después de ser capturado en Managua en agosto de 2018.

Él participó en las batallas de defensa de Monimbó contra las operaciones de paramilitares hasta julio, cuando fueron masacrados por las operaciones limpieza de la dictadura y tuvo que huir por veredas, abismos y hasta a nado por la laguna de Masaya por que los policías del régimen los rastreaban con patrullas, perros y drones.

IGLESIA CATÓLICA
Masaya. FOTO: Internet

“A mí agarran en una casa de seguridad por el Mayoreo, me trasladan al Chipote, me desnudaron y me golpearon hasta desmayarme. Eran los perros de aquí, me vulgareaban y me decían que me iban a matar a pijazos, así fueron varios días hasta que una noche me sacaron vendado a una celda donde me amarraron y un hombre de camisa negra, pantalón azul de policía, botas y pasamontañas me empezó a interrogar y torturar con una faja”, relata desde algún lugar de Costa Rica.

“Me daba con la hebilla, me ahorcaba, me daba fajazos, y me preguntaba cosas y cosas, y ese no era nica, ese era cubano-cubano, incluso me quemó los sobacos con un cigarro que encendió y ese tabaco no es de aquí, es un tabaco hediondo, cubano, y eso a mí nadie me lo va negar porque yo conozco mucho a los cubanos por su beisbol, oía las transmisiones por cable del beisbol cubano”, recuerda.

“Flores” fue liberado sin cargo un mes después y se exilió a Costa Rica, donde ahora gestiona su estado de refugiado.

Cientos de desaparecidos y secuestrados por paramilitares del gobierno en Nicaragua aparecen en la cárcel El Chipote. LA PRENSA/ ARCHIVO
En el contexto de las protestas en contra de la dictadura varios nicaragüenses han desaparecido. LA PRENSA/ARCHIVO

La denuncia de Almagro

En diciembre del año 2018, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, prometió que acabaría con la “impunidad” con la que actúa el régimen cubano en la crisis de Venezuela y Nicaragua, donde se denuncia que oficiales cubanos presuntamente han dirigido “torturas”

“Es tiempo que termine la impunidad con la que viven los dictadores cubanos, haremos justicia, haremos justicia en los países de Latinoamérica que han sufrido esta agresión, tortura, represión y privación de libertades”, dijo Almagro al inicio de una conferencia en la OEA sobre derechos humanos en Cuba.

 

“En Nicaragua hemos escuchado testimonios de víctimas de torturas que aseguran que cubanos estaban presentes mientras los torturaron”, afirmó.

“Mientras Cuba sea una dictadura, persiguiendo, asesinando, torturando y silenciando a su gente, enseñando a otros de la región a perseguir, a asesinar, a torturar y a silenciar, no podremos tener un hemisferio completamente desprovisto de malas prácticas que afectan la libertad, la democracia y la paz”, subrayó.

Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) habló el 7 de diciembre en Washington sobre la situación de derechos humanos en Cuba, la criminalización de la libertad de expresión, la situación de los presos políticos y la responsabilidad de los opresores, para visibilizar al régimen cubano ante la comunidad internacional.

Almagro alertó que el régimen de Cuba, la “dictadura más antigua en el hemisferio”, está “exportando silenciosamente al resto de la región”, su violencia y crímenes de lesa humanidad, haciendo énfasis en Nicaragua y Venezuela.

“En Nicaragua, hemos escuchado testimonios de víctimas de tortura que cubanos estuvieron presentes mientras los torturaron. Cuba es enemigo de la democracia y de los derechos humanos en cualquier parte del continente. Muchas de las malas prácticas, mucha de la polarización que sufren nuestras sociedades están inducidas directamente desde el régimen cubano”, dijo Almagro.

Antimotines reprimieron este sábado a un grupo de manifestantes que intentaban participar en una marcha cuyo punto de partida sería la colonia Centroamérica en Managua. LAPRENSA/Uriel Molina

Nicaragua, puerta de entrada

En el marco de la apertura de fronteras de Nicaragua con Cuba, LA PRENSA entrevistó en marzo pasado a una pareja de cubanos que iban hacia Estados Unidos desde Nicaragua.

Uno se llamaba “Marcos” y el otro “Carlos”. Son parientes y viven en “algún lugar” de La Habana” e intentaban llegar a Estados Unidos. El mayor tiene 40  años y Carlos mayor de 30, rozando ya los 40 años.

Van buscando mejor vida a Estados Unidos, pero si no lo logran, piensan regresar a Costa Rica o Panamá, pero todo dentro del orden legal migratorio.  A Nicaragua vinieron solo como puerta de ingreso y no piensan quedarse aquí si fallan en sus planes migratorios “porque regresar a Nicaragua con Daniel sería como regresar a Cuba con Fidel…”.

La historia es la misma que la de unas 80 personas que viajaron con ellos de Cuba a Nicaragua.

Aprovecharon la oportunidad de un vuelo directo que se les abrió en enero, y con ahorros de las remesas enviadas desde Florida, lograron reunir el dinero y reservar desde febrero sus boletos.

Saben de mucha gente que ahora mismo, en Cuba, está redoblando esfuerzos para viajar a Nicaragua y buscar el camino a una nueva vida, ya sea en Estados Unidos o en Centroamérica.

“No sabes quién se sienta a tu lado en el avión”

¿Qué saben del país al que acaba de aterrizar? Saben todo lo que ha ocurrido desde abril de 2018 y también saben todo lo que tiene que hacer: no abrir la boca para comentar.

“Todos sabemos que no viajamos solos, en esos vuelos vienen del Departamento de Seguridad del Estado y uno no sabe quién se sienta a tu lado”, dice Marcos.

Y Carlos refuerza: “Una cosa que nos recomiendan al viajar es no abrir la boca, no criticar, no decir donde tú vas. Y si un periodista te pregunta algo, di que todo maravilloso acá y allá”, dice riendo.

Desde enero de 2019, Nicaragua abrió sus puertas a La Habana para que sus habitantes pudieran ingresar a su territorio como turistas, pero reportes e investigaciones regionales señalan que el permiso migratorio se está usando como trampolín para llegar a las fronteras de Estados Unidos.

 

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