En esta ocasión no importaba tanto ver al rival de Roberto Arriaza, los focos serían él y nadie más después de sus ocho meses de inactividad. La primera impresión al verlo subir al cuadrilátero la noche del sábado en el Gimnasio Nicarao era como si a un león lo regresaban a la jungla. Su físico en estado impecable y al lado, la nueva aventura que está tomando con Wilmer Hernández como esquina. Arriaza despejó las dudas de su mano izquierda cuando noqueó en el segundo asalto al panameño Addir Sánchez. Un upper cut a la mandíbula mandó a dormir como una bebé al canalero, con esa misma mano que meses atrás había sido lesionada con un arma blanca y los tendones hechos añicos. Pero, Arriaza está de vuelta.
En el primer asalto no hubo desborde y tampoco embestida. El mismo peleador lo explicó en sus declaraciones. “No tengo por qué desesperarme. Ahora me gusta ir con calma hasta noquear o ganar por decisión, me siento más seguro y relajado”, mencionó, entretanto su entrenador Wilmer Hernández hizo énfasis en su mano izquierda: “Creo que este triunfo es importante porque se le está quitando el miedo de usar su mano izquierda, durante la preparación mostraba un poco de temor y casi no la usaba pero le insistimos para que recuperara su confianza y lo ha hecho. Creo que vamos para largo”, explicó el estratega.
Winston Campos despojado del triunfo
El Zurdo Campos terminó molesto, cuando el réferi levantó los brazos de él y de su oponente, Milton Arauz, como símbolo de empate. Inmediatamente hizo un gesto de incomodidad y se soltó. Los jueces habían sido injusto con Campos, a pesar que Arauz fue un digno rival estuvo lejos de la victoria en esos seis asaltos, tan así que hasta se puede poner en duda la victoria de un solo round, debido a que Winston conectó más golpes, tanto de poder como de contacto, además que puso en malas condiciones al oponente. Probablemente la bravura del muchacho de 10 triunfos confundió a los jueces del combate. Campos sumó su sexto empate y se mantuvo con 31 victorias y seis derrotas.
Kevin Traña, una promesa que se apaga
El despegue de Kevin Traña en el boxeo profesional era prometedor, ganó el premio de prospecto del año y estaba invicto hasta que Winston Guerrero lo derrotó en enero de este 2019. No obstante, Traña ha tenía un bajón inexplicable. La noche del sábado perdió ante Wilmer Blas por decisión dividida, aunque nadie hubiese discutido si se la daban unánime. Blas se ha convertido en escalera para los púgiles con mucho futuro, tiene 14 derrotas y seis empates y con el triunfo sobre Traña llegó apenas a seis en su carrera profesional.