El régimen totalitario de Miguel Díaz-Canel el cual enfrenta una grave crisis energética recibió ayer un “respiro” del gobierno dictatorial de Nicolás Maduro, cuando arribó al puerto de Cienfuegos (de Cuba), el carguero “Manuela Sáenz”, de la estatal petrolera PDVSA de Venezuela.
Con este envío de combustible y otros a que espera para final de septiembre, el Gobierno de Cuba pretende solventar en parte la aguda crisis energética que ha enfrentando en los últimos meses; así evitar tensiones sociales y descontentos de parte de cubanos que demandan una mejor situación económica y derechos humanos para su país.
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Según el portal de Marine Traffic y otros sitios como Windward, el barco petrolero con capacidad de 47.144 toneladas, salió de Venezuela el pasado 10 de septiembre y navegó con la bandera de su país.
Este navío registrado por Venfleet Products, fue operado por PDV Marina S.A., filial de la estatal Petróleos de Venezuela S.A.
Su llegada había sido anunciada en días pasados por Miguel Díaz-Canel, entonces reconoció la grave crisis energética de su país y la valoró como “coyuntural”; no obstante la falta de combustible ( principalmente dissel) ha impactado el transporte urbano y el ferroviario, así en la industria eléctrica y la construcción.
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Conocedores estima que Cuba requiere importar un 60 por ciento, lo que significa cerca de 9 millones de toneladas al año; por lo que esperan el arribo de otros buques con más combustible para final del mes que ayude a reducir la crisis energética.
Con la llegada del carguero “Manuela Sáenz”, Díaz-Canel, declaró a los medios que han logrado “superar” el primer momento de la crisis. Pero también han pedido ahorrar el combustible, lo que viene a significar una racionalización, de la cual el régimen tiene mucha experiencia en estos tipos de controles.
En los últimos días en Cuba, el transporte se vio casi paralizado, también se vieron números filas de personas en busca de combustible, creando malestares y reclamos.
Además de las afectaciones en el transporte urbano, el ferroviario y el privado, han sido suspendidas numerosas actividades sociales, culturales y educativas, refieren los medios. Muchos negocios y oficinas por igual han apagado los aires acondicionados.
A mediado de la semana pasada Díaz-Canel culpó a Estados Unidos de aumentar la vigilancia sobre los petroleros que realizan sus envíos regulares a Cuba, los que ve “bloqueos” y un “plan genocida” que pretende desestabilizar la isla, “herir a la familia cubana” y propiciar un modelo de “estallido social”.
En medio de esta crisis, ayer Díaz-Canel inauguró el hotel Melía Internacional de Varadero. Este centro turístico estaba planeado abrirse a finales del 2018, pero se prorrogó por la anormalidad política, económica y social que vive la isla.
Díaz-Canel, estuvo acompañado del ministro de Turismo de Cuba, Manuel Marrero, quien hizo eco de las declaraciones de Díaz-Canel, de mejorías de la situación con el objetivo de aminorar las preocupaciones de los inversionistas extranjeros, banqueros y diplomáticos.