El ruido continuo y rugiente de una motosierra de gasolina cede para dar paso al sonido crujiente de un eucalipto que se desploma entre ruidos de ramas quebrándose.
Es el quinto árbol del día que cae y va despejando el trabajo de un tractor de pala mecánica, que luego se encarga de arrancar ruidosamente los restos de tronco y raíces en este terreno plano donde aun se ven los rótulos verdes con letras blancas que resaltan la leyenda “Sistema Penitenciario Nacional”.
Desde hace semanas, en esta comarca llamada La Chácara, a pocos kilómetros de la salida de León hacia Managua, empezaron las labores para la construcción de un nuevo centro penitenciario.
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A orilla de la carretera León-Managua
El lugar, de unas 12 manzanas de extensión, está ubicado en el kilómetro 86 de la carretera León-Managua, a unos tres mil metros al sur de la pista.
Ahí se ha concentrado maquinaria de la Alcaldía de León, bajo vigilancia de policías, vigilantes privados y supervisión de personal civil con planos, radios y cascos.
A los vecinos no les han dicho mucho: unos creen que van a construir un parque de futbol, a otros les han dicho que se trata de preparar las tierras para siembras de autoconsumo del Estado y a unos agresivos miembros del Consejo de Poder Ciudadano les han informado que se trata de una zona franca que ha de generar muchos empleos.
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“Progreso” le llaman los CPC
“No se opongan al progreso jodido”, clama una mujer que corre al interior de su vivienda para buscar un celular y tomar fotos del equipo de LA PRENSA.
Solo una persona vecina del sector, que por razones de seguridad pide omitir su nombre, sabe lo que en realidad se alza ahí: el nuevo centro penitenciario de occidente.
“Esas son tierras del penal, llevan años queriendo hacer una cárcel ahí, pero parece que ahora sí van en serio”, dice la vecina.
En León, pese al secretismo oficial, ya la noticia corre como el viento: al fin van a construir un centro penitenciario que le va quitar presión a la saturada cárcel de Chinandega y al hacinamiento de la estación policial de León y sus municipios.
Si bien no hay datos oficiales de costos, planes y fechas para el nuevo penitenciario, ya hay árboles en el suelo, máquinas nivelando el terreno y policías vigilando la zona.
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Cárceles hacinadas desde hace años
De acuerdo con archivos de LA PRENSA, los planes de construir un nuevo centro penitenciario en occidente se vienen planteando desde el año 2008, cuando se empezaron a hacer las primeras gestiones para obtener un terreno en las afueras de la ciudad.
Desde entonces, se ha buscado sin éxito financiamiento y apoyo del régimen central para tratar de alzar el edificio donde albergar a reos de los departamentos de Chinandega y León.
En occidente existe un único penal en Chinandega con capacidad para 700 personas, pero la cantidad de reos la duplica, al igual que satura las estaciones centrales de la Policía Orteguista en las cabeceras municipales, por lo cual se viene pensando en un nuevo reclusorio.
