Las lágrimas ruedan una y otra vez en el rostro de Mayra Francisca Sánchez Rodríguez al recordar los sacrificios que ha hecho y las penurias por las que ha pasado con sus hijos gemelos y campeones mundiales de boxeo, René y Félix Alvarado.
Fue a los 23 años cuando Mayra tuvo a René Antonio Alvarado Sánchez y Félix Pedro Alvarado Sánchez, el 15 de febrero de 1989. Para entonces ya tenía un hijo (Carlos) y en sus planes no estaba tener gemelos.
“Esperaba solo un niño. Pensaba en tener a mi segundo hijo, pues ya tenía a mi primer hijo Carlos. Sin embargo, cuando fui al control prenatal la doctora me dijo que escuchaba algo raro. La verdad yo sentía en mi barriga una división. Fue así que luego se confirmó por medio de un ultrasonido que iba a tener dos niños, pero no sabía que iban a ser varones sino que fue hasta que nacieron”, recordó con emoción la madre orgullosa.
El primero en nacer fue Félix y 10 minutos después René, quienes llenaron de alegría el hogar, sin embargo, antes que cumplieran un año, doña Mayra terminó la relación con el papá de los gemelitos, Félix Pedro Alvarado Domínguez, y a partir de entonces la vida se complicó.
“Fue una etapa dura. Los gemelos nacieron muy enfermitos, siempre les daba neumonía, en el hospital me decían que se me iban a morir, pero gracias a Dios eso no pasó. Tras dejarme con el papá de los gemelos, le pedí dirección a Dios y así salí adelante”, relata Mayra entre lágrimas.
Lo más duro estaba por venir. Doña Mayra tenía ya tres niños. Y ya los alimentos en el hogar se acababan. Fue así como empezó a vender café en el mercado Roberto Huembes y luego aprendió el oficio de orfebrería en el mismo lugar, lo que le generó más ingresos.
El boxeo
Uno de los temores de Mayra es que mientras ella trabajaba para llevar el pan de cada día al hogar, sus hijos aprendieran cosas malas. Sin embargo, Dios les tenía preparado el boxeo.
“Recuerdo que cuando inauguraron el gimnasio de boxeo en el mercado Roberto Huembes les comenté a los gemelos, pues a mí me gustaba el boxeo, miraba las peleas de Alexis Argüello, Rosendo Álvarez y Oscar De la Hoya. A mí me gustaba que ellos se entretuvieran en el deporte, pero no pensé que se iban a ser boxeadores ni ser campeones, pero cuando vi que les gustaba este deporte los apoyé siempre”, contó.
El primero en debutar en el boxeo rentado fue René en el 2008 y dos años después, su hermano Félix.
La coronación
En el 2018, Félix se coronó al noquear en siete asaltos a Randy Petalcorin en Filipinas para conquistar el cinturón de las 108 libras de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), mientras René es el campeón de las 130 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) tras despachar en siete asaltos al estadounidense Andrew Cancio en Indio, California, Estados Unidos, el 23 de noviembre del presente año.
“Nosotros llegamos hasta segundo año de secundaria y nos metimos de lleno en el boxeo. Nosotros somos las personas que somos por mi mamá, ella es un ejemplo a seguir, ser madre soltera con tres hijos pequeños y a pesar de las limitaciones nunca se dio por vencida. La admiro mucho y quiero darle todo lo que pueda ahora que soy campeón”, compartió René.
Doña Mayra contó que rogaba a Dios para que pronto terminara la pelea entre su hijo René y Cancio pues como madre no solo pensaba en los golpes que recibía su hijo sino en los que también recibía el rival, pero no solo eso, también pensaba en el sufrimiento de la mamá de Cancio, quien terminó ensangrentado.
Sin duda, que el amor de una madre es único, tierno, amoroso, comprensivo e infinito.
Una casa para mamá
Hace unos meses, el campeón Félix Alvarado le regaló una casa a su mamá Mayra.
“Desde que los gemelos nacieron nunca tuvimos casa propia. A veces siento que debo pedirles disculpas porque no pude darles una casa propia. Trabajé para pagar todos los meses el alquiler. Yo no sabía que mi hijo me iba a dar una casa, fue una sopresa, todo lo hicieron calladito. Cuando mi hijo me regaló la casa, me vendaron los ojos y cuando me la quitaron había un pastel que decía: bienvenida a tu casa”, recordó entre lágrimas Mayra, quien luego tuvo tres hijas más para un total de seis hijos.
Los hijos de Mayra son: Carlos (33 años), Félix (3o años), René (30 años), Silvia (22 años), Rosa (21 años) y Mayra (12 años).
“Mis hijos son los que me han ayudado a seguir adelante en la vida. Los hijos no son un atraso, ellos son como una palanca para seguir luchando. A todos mis hijos los quiero mucho. A las madres solteras les digo que no se aflijan si no tienen un respaldo, se puede salir adelante, solo hay que pedirle dirección a Dios y luchar”, finalizó doña Mayra, de 53 años de edad.