Carlos Teller ha pasado la página de 2019. Es de esos años oscuros en su carrera. No hubo brillo, el cielo se le opacó, ni arcoíris ni tardes soleadas. 4-8 en ganados y perdidos y una efectividad de 7.65 con los Generales de Durango en la Liga Mexicana, son el reflejo del bajón desde el montículo. Sin embargo, Teller actúa como su lo que acaba de ocurrir no hubiera ocurrido. Ya tuvo suficiente tiempo de analizar sus errores, readaptarse con 33 años, aprovechar la experiencia y sobretodo como él mismo lo dice: “Mientras haya entusiasmo y ganas por mejorar sé que voy a volver a despuntar en mi carrera”, señala.
Se unió a la Preselección Nacional de beisbol a cargo de Marvin Benard, la cual se prepara para las eliminatorias el Clásico Mundial de Beisbol y el Preolímpico a Tokio. Aunque Teller entrena con el equipo tiene su propio plan de trabajo aprobado por los Rieleros de Aguascalientes. “Estoy agradecido con la organización que me está dando otra oportunidad. La meta siempre es hacer buenos números y trabajo en base a eso. Quiero despuntar en México. El año pasado no salí por estar más tiempo con la familia. Mis hijos ya crecieron un poco más y quiero retomar eso de jugar afuera en el invierno. 2019 no fue un gran año. Así ocurre tanto en la vida como el deporte es un subibaja, mientras uno se mantenga saludable y con las ganas para superar los obstáculos todo se puede conseguir”, señala el pelotero.
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Cheslor Cuthbert vivió una mala racha de 40 turnos seguidos sin conectar de imparable, Javier Robles, figura del beisbol local entró en un hoyo negro que parecía no tener salida y cuando se les preguntaba qué estaban haciendo mal respondían igual: “Son cosas que pasan. Estamos trabajando igual de fuerte, haciendo lo mismo pero la pelota no sale”, decían tanto Robles como Cheslor, no obstante, Teller si identificó su problema. “El cortar el gimnasio de una vez me dio una descompensación y descoordinación tanto en mi mecánica como en lanzamientos, lo retomé al final y me fui sintiendo un poco mejor. Son cosas que suceden y le damos vuelta a la página. Lo importante es que hay gente que quiere trabajar conmigo y cuando uno tiene confianza y el deseo de salir adelante los años malos quedan atrás”, explicó.
El zurdo nicaragüense se siente con mucha mayor experiencia al igual que todo el combinado nacional para dar ese paso al Clásico Mundial de Beisbol. “Cada clasificatoria ha sido gratificante en mi carrera. Después de Panamá estuve a un paso de Grandes Ligas, luego en Mexicali pasé jugando en Ligas de Verano y del Caribe, dos campeonatos invernales y Serie del Caribe, ahora es más experiencia la que acumulamos, conocemos mejor el torneo y las selecciones que nos enfrentamos no son Cenicienta. No solo son futbol. Todos los retos los tomo de la mejor forma posible. La fanaticada exige resultado y eso es lo que tenemos que darle”, agregó Teller.
Hasta inicios de marzo Teller entrenará en Nicaragua, posteriormente se marchará a México y luego tras la solicitud de el permiso para jugar con Nicaragua se incorporaría en Arizona con la tropa pinolera. “Trabajo en un plan que ellos han autorizado para fortalecerme y que no llegue a mitad de emporada con un bajón como me ha pasado otros años. Ellos quieren que suelte pelota gradual y no a loco. Conversé con Marvin y Cairo y les parece adecuado”, concluyó.