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daniel ortega, Nicaragua, coronavirus

LA PRENSA/Captura de pantalla

Reacciones al discurso de Daniel Ortega: “En lugar de hablar de la bomba atómica, debería de pensar que aquí puede explotar una bomba viral”

Opositores valoran la comparecencia del dictador como arrogante, decepcionante y sin el mínimo respeto por el pueblo de Nicaragua

Después de reaparecer el miércoles, tras 34 días de ausencia de la esfera pública, Daniel Ortega es visto como un presidente que no tiene el mínimo respeto por la ciudadanía nicaragüense, porque en primer lugar no dio explicación sobre esa ausencia, no declaró ninguna medida para evitar el contagio masivo de la pandemia del Covid-19 en Nicaragua y “puso la economía por encima de la salud”, según la valoración político opositor y miembro de la Alianza Cívica, Carlos Tünnermann Bernheim.

Tras 34 días de ausencia de la esfera pública, Ortega salió a dar la cara para criticar a los países que compran armas, los gastos millonarios en bombas atómicas; pidió la paz mundial mientras su régimen mata a los opositores en el país; minimizó las muertes por el nuevo coronavirus (Covid-19) y dijo que siempre han habido pandemias en el mundo.

Lea También: El dictador Daniel Ortega reaparece sin ningún plan para enfrentar la pandemia del Covid-19

Tünnermann dijo que nuevamente Ortega volvió a decepcionar con su actitud, porque después de estar ausente tantos días, lo que hizo fue salir a criticar a los países desarrollados, señalarles que tienen sistemas de salud débiles y, en cambio, alabó el sistema de salud de Nicaragua, lo que ha Tünnermann le hace pensar que Ortega “nunca ha visitado un hospital público, donde hay muchas carencias”.

“Pareciera que no se ha informado de lo que ha pasado en otros países, de los cuales debería de tomar su experiencia.En lugar de hablar de la bomba atómica, debería de pensar que aquí puede explotar una bomba viral. Si eso sucede, eso va a afectar a miles de nicaragüenses. Y no quiero con eso ser alarmista, pero eso fue lo que sucedió precisamente en los países como Italia, España, donde no se tomaron medidas de prevención, de aislamiento físico, de cierre de fronteras oportunamente”, dijo Tünnermann.

Puso la economía por encima de la salud

El político opositor manifestó que en el mundo entero se ha reconocido que lo más importante es la salud de todas las personas por encima de la economía, por eso los organismos internacionales recomiendan aislamiento social, cierre de fronteras, cuarentena nacional, cancelación de clases, pero Ortega dijo “que si se deja de trabajar el país se muerte”.

“En realidad, eso revela que pone la economía por encima de la salud, cuando los especialistas han dicho que la salud debe estar por encima de la economía. Y por otro lado, los que conocen de la producción agrícola nicaragüense saben muy bien que existe suficiente producción agrícola, para que el país resista una cuarentena”, agregó.

El que tiene que cambiar es Ortega

En su discurso, Ortega dijo que el mundo tiene que cambiar, pero el político opositor y exdiplomático, Mauricio Díaz, aseveró que quien tiene que cambiar es este mandatario nicaragüense, principalmente su política de represión contra quienes lo adversan.

Díaz opinó que el discurso de Ortega hace ver que está alejado de la realidad, situado en la época de la guerra fría y consideró que dijo una serie de planteamientos y exigencias “ridículas”, como creyéndose que es un líder mundial que tiene incidencia para cambiar la correlación de fuerzas del planeta, porque planteó una “refundación de Naciones Unidas”.

“Todo esto fue una cortina de humo para no hablar del problema principal, que es que la nación nicaragüense está siendo sometida a una política irresponsable (frente a la pandemia del Covid-19)”, dijo Díaz.

El exdiplomático consideró que con un presidente como Ortega, Nicaragua seguramente es vista con “mucho pesar” por los otros países del mundo, “porque el pueblo nicaragüense está sometido a un dictador que no le tiene la más mínima estima a su propio pueblo”.

Díaz además señaló que Ortega no da una explicación sobre su desaparición por 34 días, porque ese es el estilo de los dictadores, que se creen líderes mesiánicos y porque “no tiene el mínimo respeto por el pueblo”.

“Dictador con ínfulas de mesías”

La política opositora y miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), Violeta Granera, manifestó que al pueblo de Nicaragua no le interesaba verle la cara a Ortega, sino que el Estado decrete las medidas necesarias para prevenir los contagios masivos de Covid-19. Pero en cambio Ortega “no hizo nada más que el ridículo”, dijo Granera.

“Un dictador con ínfulas de mesías, que se cree apto para criticar al mundo, pero que no es capaz de volver a ver a los nicaragüenses más que para reprimirnos y matarnos”, dijo la política opositora.”Lo que a Ortega le preocupa es poder sangrar con los impuestos al pueblo para sostener su régimen represivo, agregó Granera.

Discurso “vacío” y “arrogante”

El miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco, Guillermo Incer Medina, dijo que Ortega ofreció un discurso “vacío”, “arrogante” y sin propuestas.

“Uno puede deducir más de lo que no dijo, porque la verdad fue un discurso vacío. De lo que podemos estar claro los nicaragüense, es que el Estado no se está poniendo al frente de esta circunstancia y más bien la política que han adoptado es la del secretismo, la de la incertidumbre y la de la pasividad”, dijo Incer Medina.

Le habló al mundo no a Nicaragua

El presidente de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (Amcham), Mario Arana, consideró que este acto de Ortega fue para llamar la atención internacional, porque su discurso estuvo más dirigido a otros países que al pueblo de Nicaragua.

“Le comenzó hablando al mundo, como su ausencia ya se había convertido en un tema internacional, lo aprovechó como una plataforma para hablarle al mundo. A veces me pregunto si fue deliberado para llamar la atención”, expresó Arana.

Cenidh: “Ilógico e irresponsable”

El Centro Nicaragüenses de Derechos Humanos (Cenidh), encabezado por Vilma Núñez de Escorcia, manifestó en un comunicado que Ortega “se mostró ilógico e irresponsable en su ‘mensaje a los nicaragüenses’.

“No hubo ninguna presentación de estrategia ni referencia concreta para contrarrestar el contagio y la mortandad que podría ocasionar el virus en el país, no aportó nada, por el contrario, reafirmó su táctica de contaminación al afirmar: ‘aquí si se deja de trabajar, el país se muere’, obviando que la única forma de lucha contra la pandemia es el aislamiento social y quedarse en casa”, manifestó el Cenidh en el escrito.

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