El Ministerio de Salud (Minsa) prohibió el pasado 30 de abril, a través de una resolución ministerial, el uso de las cabinas sanitizantes en todo el país, bajo el argumento de que no tienen evidencia de que estos dispositivos sean efectivos para frenar la propagación del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y que implican un daño a la salud de la población.
Además ordenó retirar las cabinas y otros dispositivos similares de las instituciones, empresas y otros lugares del país donde fueron instalados porque no cuentan con los estándares de calidad, eficacia y seguridad respaldados por evidencia científica.
Según constató el diario LA PRENSA a través de un recorrido, estas cabinas se colocaron en instituciones públicas como el Registro de la Propiedad, la Corte Suprema de Justicia, los Juzgados Centrales de Managua. También se observó una cabina en la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli) y en locales privados. Estas estaban siendo empleadas como una alternativa para eliminar el virus que produce la enfermedad Covid-19 y a través de una estructura se rociaba a la población sustancias como amonio cuaternario antes de ingresar a las instalaciones antes mencionadas.
En un intento aparente por tomar medidas concretas para evitar un brote del virus, el gobierno de Daniel Ortega ordenó la instalación de estas cabinas. El Minsa indica que desde que inició la pandemia han surgido diferentes alternativas para hacerle frente al virus, pero que no han sido reguladas a nivel internacional por las autoridades sanitarias.
Sobre las sustancias químicas que se utilizan en estas cabinas, el Minsa sostiene que son autorizadas para la desinfección de superficies, equipos, dispositivos o en el tratamiento y desinfección de aguas residuales, pero no como producto de limpieza o desinfección directa en seres humanos.
Además agrega que el paso de una persona por las cabinas no elimina el virus internamente y externamente, ya que el tiempo de exposición de la persona sobre estos dispositivos y la dosis requerida para inactivar el virus no se cumplen con las cabinas. Agrega que las personas están expuestas a daños en la piel, membranas mucosas de los jos y la boca, sistema digestivo y vías respiratorias.