En las últimas semanas se han conocido avances significativos en los laboratorios que trabajan en el desarrollo de una vacuna contra el virus SARS-CoV-2, lo que ha aumentado las esperanzas en los países afectados por la pandemia.
Estados Unidos, Alemania, China e Israel son algunos de los países que trabajan a contra reloj para crear una vacuna. Según informó el sitio web Nature, al menos 115 vacunas están compitiendo en el mundo por ser efectivas contra el Covid-19. Sin embargo, una vez que se produzca la vacuna, el proceso para que sea distribuida y llegue a Nicaragua será complejo.
El doctor Luis Fulgencio Báez, miembro de Comité Científico Disciplinario de Nicaragua, explica que la capacidad de producción de la vacuna será un factor determinante, pues su aplicación será de uso masivo y mundial. A eso se sumaría la agilidad con que el gobierno de Daniel Ortega gestione la vacuna.
“En general uno esperaría que en el transcurso de un año la vacuna pueda estar en Centroamérica y en Nicaragua en concreto, después de que la vacuna salga al mercado, porque hay que recordar que esto va a requerir una logística de que la vacuna se tiene que distribuir en todo el mundo. Entonces posiblemente nos llevaría todo un año”, asegura Báez.
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La OMS pronosticó que una vacuna contra el SARS-CoV-2 estaría disponible en al menos 18 meses, sin embargo los expertos encargados en su creación han informado que están en la fase de ensayo en humanos, lo que supone menos tiempo. El doctor Báez pone de ejemplo que si la vacuna está lista a finales del 2020, podría llegar a Nicaragua en todo el 2021.
Este tiempo, asegura Báez, también va a depender de la capacidad del Gobierno de Nicaragua para gestionar y comprar la vacuna. El especialista explica que al tratarse de un problema de salud pública, la OMS podría intervenir en la compra y distribución en los países.
“Si la OMS la va a adquirir y la pondrá a disposición de los ministerios de salud de los países, en ese caso las vacunas pueden ser gratis; y hay otras vacunas que los Ministerios de Salud las compran a precios preferenciales y hay vacunas que son donadas por los mismos laboratorios que las producen”, sostiene.
Experiencia con el H1N1
Báez recuerda que la experiencia más reciente con la llegada de una vacuna al país fue con la epidemia del H1N1 en 2009, que contagió 2,175 personas y mató a once personas en Nicaragua. La vacuna llegó un año después y se aplicó en la población. “Cuando se dio la epidemia de la influenza en Nicaragua ya habían vacunas disponibles, pero no estaba el componente del H1N1 que fue la epidemia que tuvimos, ya a partir del siguiente año se incorporó la cepa H1N1”, dice Báez.
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Priorizar grupos en riesgo y niños
A consideración del especialista, el Estado debería adquirir la vacuna contra el Covid-19 a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) o comprar una cantidad y aplicarla en grupos de riesgo, así como lo hace con la vacuna de la influenza que producen en el país.
Báez asegura que se debe priorizar a personas de 60 años, con alguna enfermedad condicionante o que signifique un riesgo, y en niños, priorizar a los menores de un año, una vez que se especifique a partir de qué edad puede aplicarse la vacuna.