El nicaragüense Maikol Martínez Largaespada, de 35 años, fue condenado a 75 años de prisión por un doble crimen ocurrido hace 10 años en Costa Rica, informaron medios locales.
La pena máxima en Costa Rica es de 50 años. Martínez se encontraba en prisión preventiva desde mayo de 2019, cuando fue capturado por un caso de violencia doméstica y al tomarle las huellas dactilares fue vinculado con el asesinato de una pareja cubana en Jacó, Costa Rica.
Martínez Largaespada fue condenado por el asesinato de Alfredo Espinosa, de 76 años y Tania Nieves de Espinosa, de 70. Según reportes periodísticos de Costa Rica, el matrimonio cubano tenía residencia estadounidense, pero llegaron a vivir a Costa Rica.
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En el crimen también participó el tico Gunter Otero Madrigal, de 44 años, quien fue el que se ganó la confianza de la pareja, ya que dijo estar interesado en la compra de un apartamento del condominio que administraba la pareja en Jacó.
Amordazados y con bolsas en la cabeza
Las víctimas fueron halladas amordazadas el 24 de septiembre de 2010. Ambos “tenían cinta metálica en la nariz y los ojos, tenían las manos amarradas y cada uno tenía cuatro bolsas de basura en la cabeza. Se las pusieron para asfixiarlos”, informó el diario La Teja.
En una de las bolsas las autoridades hallaron huellas dactilares del tico Gunter Otero Madrigal y otras que no habían identificado hasta el año pasado, cuando el nicaragüense Maikol Martínez Largaespada fue detenido por el caso de violencia doméstica y le tomaron las huellas dactilares. La justicia tardó en llegar, pero llegó.
Se suicidó
El otro implicado en el crimen, el tico Gunter Otero, fue detenido en noviembre de 2018, pero se fugó de una cárcel de Puntarenas en mayo de 2019, y escapó a El Salvador, donde luego fue detenido y se suicidó en una cárcel de ese país.
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Un tercer implicado en el crimen no ha sido identificado por las autoridades ticas.