Para los pequeños comerciantes de distintos centros de compras de Managua no es tan fácil hablar de cuarentena. Aunque sí tienen un gran temor a contagiarse del Covid-19, no han detenido sus funciones, porque la mayoría no cuenta con los recursos económicos para sostenerse durante ese período.
La única alternativa que han tenido algunos comerciantes que no venden productos de primera necesidad, es dejar de trabajar algunos días de la semana, considerando que las ventas también se encuentran bajas.
“Los días buenos, reponen los malos, quienes llevamos años trabajando en los mercados, sabemos cuándo es que sí se podría vender lo suficiente, cuándo no, mejor nos quedamos en la casa y así no nos exponemos por gusto”, dice Javier Pomares, comerciante en el Iván Montenegro.
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En el mercado Mayoreo, Bayardo Gutiérrez, tiene un negocio de naranjas, él junto a su esposa solo está llegando a trabajar los días viernes, sábado y domingo. Cuando le queda producto llega los lunes, el resto de la semana prefiere quedarse guardado en la casa.
“No estamos comprando bastante producto para que no se pierda, cuando venimos aquí las medidas que se toman son extremas, aunque quisiéramos dejar de trabajar del todo, pero no podemos porque hay deudas que pagar, bocas que alimentar, gastos que hacer, y nosotros no tenemos el apoyo de nadie”, dice el marchante.
En el Oriental, Jesús Montealto, quien vende productos plásticos, llega todos los días al centro de compra, pero solo por la mañana.
“Vengo medio tiempo solo para ver si consigo algo para la comidita, a veces me llevo algo, a veces me voy con las manos vacías, pero me toca seguir dando la batalla en medio de esta crisis”, comenta.
Negocios grandes
En el sector por donde fue la jabonería América, en el mercado Oriental, algunas tiendas grandes que le pertenecen a árabes, salvadoreños, chinos, entre otros, están cerradas desde que se inició la pandemia, esto por seguridad de los trabajadores.
“Ellos tienen más oportunidades, trabajan con su clientes vía telefónica porque son mayoristas, pero sí, tuvieron que mandar a sus casas a muchos de los vendedores, de alguna u otra manera, ellos se están sumando a la cuarentena voluntaria, pero un comerciante minorista realmente no puede”, dice una vendedora de gaseosa de la zona.
Cabe mencionar que a nivel general, el ambiente en el centro de compras, después de las 3 de la tarde es desértico.
Durante un sondeo que hizo LA PRENSA, los pequeños comerciantes coincidieron que para ellos participar en una cuarentena, necesitarían el apoyo económico del Gobierno o de las organizaciones que lo promueven.
También requerirían una prórroga de los bancos, de los prestamistas, y de parte de la Corporación Municipal de Mercados de Managua (Commema), con el pago de los impuestos.
“El problema es que no podemos irnos a casa sabiendo que hay muchas deudas que pagar, la alimentación es lo principal, vamos a cuidarnos de manera extrema, y que se haga la voluntad de Dios. Quien tiene la oportunidad de estar en casa que lo haga, y nosotros vamos a seguir como hasta ahora, trabajando cuando se pueda”, señala Alberto Mora, comerciante.