Han pasado 42 años de aquella escena aterradora para los peloteros. El equipo nicaragüenses estaba con sus figuras estelares como Ernesto “el Tiburón” López, Julio Cuaresma, Sergio Lacayo, Porfirio Altamirano y Julio Moya, por mencionar algunos, además del joven David Green, quien tenÃa 18 años y más tarde llegarÃa a Grandes Ligas. Se jugaban los Juegos Centroamericanos y del Caribe en MedellÃn, Colombia, en 1978 cuando el equipo nacional junto a dos pesistas venezolanos fueron secuestrados en el bus por un grupo armado subversivo llamados la M-19.
De acuerdo con el periodista mexicano Sergio Lara MejÃa, enviado especial del diario Excélsior: “Durante 40 minutos los atletas pasaron momentos de angustias. Debido a que ocho terroristas, disfrazados de deportistas, sacaron de sus maletas armas de alto poder, pistolas y granadas. El asalto ocurrió en las afueras del parque de beisbol Atanasio Girardot, después que los nicaragüenses habÃan vencido a los colombianos 11-7”.
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Según el relato de Excélsior, los secuestradores se hicieron pasar por deportistas. Primero preguntaron si ese autobús se dirigÃa a la Villa Centroamericana para luego tomarlo. TenÃan bolsos y trajes deportivos. Amenazaron al chofer a dirigirse a un lugar llamado Las Terrazas y alertaron a los jugadores que si no intentaban hacer nada no habrÃa problemas. “Mientras unos nos apuntaban con sus armas, otros se bajaron a pintar leyendas a los costados del bus. Los que quedaron arriba del bus dijeron que esto era el M-19 y esta acción era en apoyo al Frente Sandinista de Liberación, mientras pintaban Somoza, asesino”, explicó el periodista en su crónica de lo sucedido.
Tras pasar 40 minutos, los secuestradores se disculparon por el mal rato que habÃan pasado los deportistas. “No era contra nosotros sino contra el presidente por los crÃmenes cometidos. La jefatura de la delegación de Nicaragua nos prohibió que habláramos de esto”, relató uno de los entrevistados que ocultó su nombre. Cuando el grupo de secuestradores emprendieron la huida por un lugar relativamente solitario, asaltaron a una mujer que tenÃa un carro Dodge para escapar.
La Selección Nacional de Beisbol terminó asustada por lo sucedido pero no perjudicó su rendimiento. Se terminó ganando la medalla de plata en el torneo, solamente se estuvo detrás de Cuba. En esos juegos Julio Moya demostró su clase en la colina con tres victorias y 1.89 de efectividad en una serie de puro bateo. Heberto Portobanco era el mánager del equipo, bajo la dirección de Tony Castaño. Además, ese evento se recuerda porque Ernesto López conectó 10 cuadrangulares, cuatro en un solo partido. La tropa de Portobanco selló una de las mejores participaciones en la historia.