Cristofer González (30-5-0) no quiso noquear temprano porque quería estirar los músculos. Ocho meses habían pasado desde su última pelea, la cual había sido dolorosa: cayó por nocaut ante el campeón Julio César “Rey” Martínez. Se habló tanto tras esa pelea y parecía el final de un joven con grandes proyecciones. Sin embargo, ¿quién cuelga los guantes con 25 años? Nació su hijo, sentó cabeza y relanzó su carrera. El Látigo está de regreso con cara de convertirse en campeón mundial otra vez. Noqueó en cuatro asaltos al húngaro Jeno Tonte (9-9-0) en una velada realizada la noche del sábado en Miami.
El rival es lo de menos, era un peleador débil boxísticamente, que buscaba más amarre que pelea. El Látigo pudo acabar con el combate en un chasquido de dedos, pero ante tanto adiestramiento previo, lo mejor era ir con calma y ejecutar todo su arsenal para no oxidarse. El Látigo estuvo efectivo y con poder. Mantuvo la iniciativa, persiguió al contrincante; utilizó su izquierda en cruzado y luego remataba con el upper cut; cargó con su derecha en gancho al estómago del húngaro; Lo acorraló desde el principio y lo soltaba para que tomara aire y seguir con el entrenamiento. Cayó Tonte en el segundo asalto por un gancho de derecha, sobrevivió amarrando, volvió a tocar la lona en el tercero y el réferi se apiadó del muchacho en el cuarto, deteniendo el combate.
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El Látigo ha vuelto. Se le vio con nuevos aires, tenía esa misma mirada y sed de triunfo de aquel González ante Daigo Higa en la que ha sido su mayor gesta. Ahora está listo para encontrarse con la gloria nuevamente. Ya sabe lo que es perderlo todo y quedar sin un peso en el bolsillo, por eso su valoración de las cosas es diferente. González bien puede retar a cualquier campeón, ya sea Arten Dalakian (AMB), Rey Martínez (CMB), Moruti Mthalane (FIB) o quizá puede colocarse en la OMB y disputar ese cetro vacante en las 112 libras. A veces es necesario estar en el lodo para querer no volver a perderse.
Por otro lado, Melvin López (22-1-0) noqueó en el segundo asalto al también húngaro Szilveszter Kanalas (14-11-0). Después de un primer asalto muy especulativo, Melo descargó su golpeo en el segundo asalto enviándolo a la lona en dos ocasiones, siendo la última mortal, tras ejecutar un volado de izquierda al rostro.