Había pasado un año y cuatro meses desde la última vez que Erasmo Ramírez pisó un montículo en las Grandes Ligas. El rivense de 30 años ya extrañaba estar en esa loma, sentir la adrenalina e ir a fondo con su brazo. Lo hizo este lunes contra Filadelfia, relevando a David Peterson, a quien se le había abierto el piso con cinco carreras en dos entradas. Ramírez inició en el tercer inning y durante cinco episodios, solamente permitió dos imparables, siendo uno de ellos un cuadrangular de Realmuto, el cual no empañó su fino trabajo. Erasmo reflejó lo útil que puede ser para el conjunto de Nueva York.
Ramírez recibió un partido perdido (5-0) y lo entregó ganando (7-6), lástima que en el octavo inning Jeurys Familia le echó a perder lo que sería la primera victoria para el nicaragüense y, en extrainning, los Mets cayeron 9-8. Para el derecho pinolero la clave fue su control, mezcla de lanzamientos y una espectacular defensiva encabezada por el campo corto Andrés García, el primera base Dominic Smith y la tercera base J. Davis.
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Erasmo era capaz de pasar la pelota por el ojo de una aguja. En total realizó 54 lanzamientos, un promedio de 10.8 por episodio. Su recta estuvo entre 90 y 91 millas, su slider en 85 millas, la curva en 79 y el cambio de velocidad en 83.
Así fue el trabajo
En la tercera entrada enfrentó a Didi Gregorius, quien realizó una buena conexión, pero Dominic Smith hizo una gran atrapada sobre la línea en la primera base y Erasmo llegó a asistir a tiempo. Luego de batallar durante siete picheos y cuenta máxima con Phill Gosselin, apareció Andrés Giménez para salvar a Ramírez con un salto como si fuera un jugador de baloncesto y cerró dominando en rola al short stop a Alec Bohm.
En el cuarto episodio dominó rápidamente a Kyle Garlick en elevado al jardín derecho, utilizó tres lanzamientos para deshacerse de Andrew McCutchen y culminó el episodio con el segundo espectáculo del día de Giménez, lanzándose como un guardameta para arrebatarle el imparable a Rhys Hoskins. Después de trabajar milimétricamente hasta desinflar a Bryce Harper en el quinto inning, recibió el cuadrangular de Realmuto, la única mancha en su actuación. Jean Segura continuó con un infield hit y culminó la entrada con un doble play a Didi Gregorius.
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En la sexta entrada Ramírez ya estaba en modo imbateable. Siete lanzamientos y la entrada era historia. Anuló a Phil Gosselin, Alec Bohm y Kyle Garlick. Entretanto su epílogo fue en la séptima entrada retirando por el uno, dos y tres a McCutchen, Hoskins y Harper, como si fueran bolos en un boliche.
Erasmo fue una luz en ese oscuro y caótico bullpen de los Mets. El nicaragüense se ganó su permanencia, al menos una salida más en las Grandes Ligas.