Román González lo volvió a hacer. Subió al cuadrilátero con una camisa alusiva al dictador Daniel Ortega, una gorra de la sancionada Policía Nacional, conocida como Policía Sandinista y la bandera del partido gobernante junto a la Bandera de Nicaragua, causando repudio en las redes sociales con miles de comentarios ofensivos. Chocolatito se ha convertido en el segundo más grande peleador de la historia de Nicaragua, pero a la misma vez uno de los más rechazados por su vínculo con el partido de gobierno, a partir de lo sucedido en abril de 2018 cuando ocurrió el antes y después en la sociedad nicaragüense. Todo cambió en la conexión González y la mayor parte del pueblo pinolero.
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Uno de los periodistas más respetados en el mundo del boxeo, Bernardo Pilatti, escribió en su cuenta de Facebook: “Estoy trabajando en la producción de mi primer video de las peleas. Voy a elogiar las dos peleas, voy a elogiar a los vencedores, voy a agradecer lo que pudimos disfrutar, pero también a criticar a ese inaudito proselitismo político. Un proselitismo que infelizmente abre la puerta para otro desatino promocional. ¿Después de lo visto hoy en el ring y en la indumentaria de Chocolatito, qué es lo que viene en su próxima pelea? ¿Carteles de la OEA contra el sandinismo por aquello del legítimo derecho de respuesta? ¿Caravanas de exiliados protestando afuera de las arenas? ¿Quién se hace cargo de terminar con este relajo, tal como lo terminaron en el futbol que prohíben todo tipo de propaganda proselitista?”
