Mientras la pandemia del SARS-CoV-2 empezaba a hacer estragos en Nicaragua en el mes abril, en Twitter cobraban fuerza las denuncias de mujeres que han sido víctimas de violencia sexual y que decidieron romper el silencio. A través de sus testimonios expusieron la situación de vulnerabilidad e impunidad que viven las mujeres día a día.
En total fueron 430 denuncias, según un informe publicado por la Colectiva Devuelvan Lo Robado que sistematizó y contabilizó los testimonios publicados en Twitter. Aunque las denuncias de acoso, abuso y violación sexual y otro tipo de agresiones ya eran expuestas en esa red, fue durante ochos días -del 9 al 16 de abril- que estas incrementaron.
De acuerdo al informe, el 11 y 13 de abril fueron los días en los que los testimonios se registraron, con 111 y 112 denuncias respectivamente. Sobre la forma en cómo se denunció, la Colectiva señala que 228 se hicieron desde otras cuentas, 201 se hicieron desde cuentas personas y 1 se hizo en forma privada.
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“Clasificamos las denuncias en tres tipos: los datos de denuncias públicas personales reflejan los testimonios que fueron publicados en primera persona desde las cuentas de las mujeres denunciantes. Las denuncias públicas a través de otras cuentas recogen los testimonios compartidos desde perfiles como el “Blog de la denuncia”, perfiles de personas cercanas o amigas, perfiles de personas independientes que recolectaron y difundieron denuncias, perfiles que fueron creados específicamente para denunciar y una denuncia privada y anónima que fue enviada a la página de instagram de Devuelvan Lo Robado”, se lee en el informe.
Este informe reveló que las denunciantes, según sus testimonios, sufrieron 15 tipos de agresiones en las que el acoso sexual, el abuso sexual, la violencia psicológica, el ciberacoso y la violación sexual ocupan los primeros lugares.
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Sobre las edades de las denunciantes en el momento de la agresión, el informe indica que estás oscilan entre los 4 y 30 años. Aunque la mayoría de los testimonios fueron de mujeres, la organización encontró a 7 hombres que denunciaron a otros hombres.
Cuando se empezaron a publicar estos testimonios, muchos usuarios comentaron que esa no era la forma de denunciar, que para eso está el sistema judicial de Nicaragua. Sin embargo, Lois González, abogada de Católicas por el Derecho a Decidir, explicó a LA PRENSA en ese momento que en el país no existe un verdadero Estado social de Derecho y aunque hay leyes que protegen a las mujeres, no se cumplen, como la Ley 779, Ley Integral contra la violencia hacia las mujeres. En teoría, las víctimas y sobrevivientes deberían contar con un sistema que les otorgue justicia, pero el Estado ni siquiera reconoce la mitad de los casos de femicidios que ocurren en el país.
Además, las políticas públicas, los instrumentos jurídicos nacionales e internacionales para prevenir, sancionar y erradicar la violencia tampoco se cumplen, asegura la abogada. Y sostiene que esto lleva a las víctimas de violencia a desconfiar “de un sistema que no cree en nuestros testimonios, es burocrático y nos hace perder nuestro tiempo sin recibir una respuesta”.
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En el documento de Devuelvan Lo Robado además se incluyeron testimonios de algunas de las denunciantes y recomendaciones para denunciar de forma segura a los agresores.