En ritmo calipso, el cantante Tzontechomiztli Gutiérrez (Marlen Gutiérrez) lanzó en las plataformas digitales su sencillo con video, titulado “Gallopinto”, una canción que busca resaltar el sabor de la gastronomía popular nicaragüense.
Gutiérrez reveló que la inspiración por componer esta singular canción con toque caribeño le vino a comienzo de año, cuando se encontraba con amigos disfrutando de un rico gallopinto en un comedor popular de Diriamba.
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Y luego trabajó su letra “tratando de incidir sobre nuestra cultura, tradiciones, específicamente en este caso gastronómica”.
Y desde su sentir musical aportar a nuestra idiosincrasia y suscitar en nuestro inconsciente colectivo, nuevas perspectivas pero siempre respetando nuestras tradiciones.
Interpretación a ritmo de calipso
Asimismo comentó que la canción es una “interpretación en ritmo calipso, con arreglos e instrumentación orgánica, sin muchos artificio”. Y su fin es llegar al público nicaragüense.
Para su producción contó con el apoyo de Carlos González en percusión, Marco Toval en guitarra líder, Héctor Moreno en el bajo, y como productor musical.
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Este video artesanal corre imágenes de la ciudad y mercado de Diriamba, Carazo. Fue realizado por Luis Carlos Pérez y Kairo Whittaker, director y camarógrafo respectivamente. Y asistencia del grupo Cabeza de Gato, explicó Gutiérrez quien gusta trabajar diversas fusiones de ritmos latinos, caribeños, nicas y rock alternativo.
Lanzamiento virtual. Esta canción será presentada desde el Facebook Live del Guru Resto Bar, de Managua, el próximo 2 de diciembre a las 8:00 p.m
Un poco sobre el gallopinto
Jaime Wheelock Román en su libro “Comida nicaragüense” en su capítulo sobre el Caribe, comenta que después que Zelaya incorporó a la Mosquitia en 1894, compañías extranjeras introdujeron cambios alimenticios en los campamentos (bananeros, madereros y mineros) de Siuna, Bonanza, Rosita y otras regiones del Caribe.
El pan fue sustituido por la yuca, y el arroz se combinó con los frijoles, este luego se convirtió en un hábito alimenticio que se extendió al país.
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En 1858, las crónicas de Squier refieren que el menú del mesón nica solía anunciar al viajero: “Hay tortillas, frijoles, frijolitos fritos y huevos”.
El arroz estaba ausente en el menú. Se dice que era cultivado por los españoles en las riveras del lago y exportado. A veces era ocupado para sustituir la dieta del maíz.