La cantante en medio de la pandemia comenzó a cocinar distintos tipos de sopas y asegura que las ventas le están yendo bien. Aquí cuenta sus sueños, mejores recuerdos y lo que más anhela, ahora que de momento se encuentra alejada de los escenarios.
El mejor recuerdo de su infancia.
Mi hogar.
¿Qué quería ser cuando era niña?
Pianista.
¿Cómo se describiría en tres adjetivos?
Sensible, fuerte y tierna.
¿Ha tenido algún apodo?
Gordita y la Flor de pino.
¿Cree en la existencia de los extraterrestres?
No.
¿Sin qué invento no podría vivir?
Sin la electricidad.
Tres deseos.
Paz, libertad y justicia.
Su comida favorita.
Todas las comidas me encantan (ríe).
¿Ha estado a punto de morir?
Sí, varias. En quirófano.
¿Qué le pone nerviosa?
Los temblores me ponen nerviosa.
¿Cuántas veces se ha enamorado?
Yo soy una enamorada eterna, pero creo que una sola vez en mi vida.
Un momento vergonzoso.
Caídas en los escenarios.
Si pudiera cambiar algo de su vida, ¿qué sería?
Cuidar más mi salud.
¿Cuántas horas duerme?
Unas ocho horas, por mi trabajo.
¿Le gusta bailar?
Me encanta bailar.
¿A quién admira?
A la gente que lucha por sus ideales y da su cara limpia y lucha por sus sueños.
¿Qué recuerda de los años 80?
La guerra, pero también muchas cosas bonitas y buenas que formaron mi vida. Fueron años difíciles, pero muy formadores.
Una pesadilla.
Estaba en un lugar bajo el agua y estaba esperando que comenzara un concierto y de repente no podía moverme.
¿Qué siente cuando canta?
Siento todo. Siento mucha fuerza y energía que se apodera de mí, es como algo que me posee. Es una cuestión de luz del cielo.
¿Con qué brinda?
Con vino tinto.
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Un sueño no cumplido.
Volver a caminar para recorrer las calles de mi país en libertad.
¿Qué es lo más difícil que ha vivido?
El dolor de la guerra, el terror del terremoto de 1972, la muerte de mis padres.
¿Cree en Dios?
Absolutamente.
¿Cómo ha vivido la pandemia del Covid19?
Encerrada y aterrorizada por todo lo que está viviendo la humanidad.
Un mensaje para Nicaragua.
No tenemos que perder la esperanza de ser libres desde nuestra identidad más profunda.