Desde el año pasado los procedimientos legales en la batalla por la tutela de Britney Spears se habían mantenido privados, pero este 2020 todo cambió, cuando durante una audiencia en noviembre el abogado de Spears, Samuel D. Ingham III, declaró que su clienta tenía “miedo” de su padre, Jamie Spears, a quien acusó de tomar decisiones comerciales sin su conocimiento.
Este martes, el padre de la cantante dio una entrevista a CNN en la que asegura que quiere mucho a su hija y la extraña, pues lleva sin hablar con ella más de cuatro meses. También defiende su posición de querer mantener el control sobre la custodia y los bienes de su hija.
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“Cuando un miembro de la familia necesita atención y protección especiales, las familias deben dar un paso al frente, como lo he hecho durante los últimos 12 años o más, para salvaguardar, proteger y seguir amando a Britney incondicionalmente. He brindado y continuaré brindando amor inquebrantable y protección feroz contra aquellos con intereses egoístas y aquellos que buscan dañarla a ella o a mi familia”, manifestó Jamie.
Añadió a la cadena de televisión internacional que la relación con su hija era maravillosa hasta que ella decidió cambiar de abogado y contrató a Ingham III. Según documentos judiciales obtenidos por CNN, el abogado dijo que la estrella del pop no volvería a actuar mientras su padre mantenga el control de su patrimonio, estimado en 60 millones de dólares.
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Fue en 2008, que el padre de la cantante fue nombrado por primera vez por la corte, junto con el abogado Andrew Wallet, para servir como co-tutor de la herencia de Britney, luego de una serie de problemas personales de la cantante que se hicieron públicos, y él continúa en ese rol. Durante ese período también supervisó la salud de su hija y sus decisiones médicas.
Sin embargo, en enero de 2019 la cantante anunció una pausa laboral indefinida de su temporada de conciertos en Las Vegas e ingresó en un centro de tratamiento residencial voluntario de 30 días. En marzo el abogado Wallet renunció.
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Según contó Jamie Spears a CNN, estuvo en contacto con su hija y en “buenos términos” hasta agosto de este año, cuando Ingham presentó una solicitud para destituirlo oficialmente como tutor. En noviembre, el juez que supervisaba el caso falló a favor de mantener a Spears como responsable y nombró a Bessemer Trust para actuar como co-responsable.