En mi experiencia como escritor, facilitador y promotor de la lectura y escritura creativa, he tenido el honor de conectar con muchos jóvenes entusiasta de la ciudad de León, quienes han disfrutado de mis talleres de literatura y círculos de lectura.
He visto crecer en la poesía a varios de ellos, como también es cierto que no volví a encontrarme con otros tantos, que sencillamente abandonaron los círculos y desparecieron de nuestras tertulias.
Como es sabido, 2020 se revistió de mucha tristeza e incertidumbre, lo que produjo que nuestro contacto tradicional con los estudiantes se haya reducido por una lógica de salud y protección.
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Sin embargo, me he sentido sorprendido, porque tuve la oportunidad de conocer a una joven universitaria con un entusiasmo por las letras muy intenso.
Desde la primera conversación le ofrecí mi apoyo, que consistió simplemente en poner en sus manos los elementos o herramientas básicas de la poesía. Nuestros breves encuentros se convirtieron en talleres.
Me refiero a la joven poeta Anabel Gámez, quien depositó su confianza en mis consideraciones intelectuales, para el proceso de reunir su primer libro de poesía.
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Es así como nace Cristales, obra que nos conduce a la intimidad de la poeta, quien, con pinceladas sencillas, nos demuestra que cuenta con las herramientas necesarias para plasmar sus sentimientos, sinsabores y esperanzas, en esta edición.
Invito a los amantes de las letras a sumergirse en estos versos, nacidos de la humildad y el amor incomparable por la lectura.
En breve
Anabel María Jarquín Gámez. Nació en 1995 en el municipio de San José de los Remates, en Boaco. A los trece años escribió su primer poema y este año en ocasión del 154 aniversario del nacimiento de Rubén Darío (18 de enero de 1867), da a conocer su primer poemario: Cristales.
Sus románticos y nostálgicos poemas susurran al oído, pinceladas cargadas de nostalgia y sentimientos que nos invitan a disfrutar cada verso, cada detalle con la complicidad de una taza de café y la esperanza de un mundo mejor.
Aquí le compartimos dos de sus poemas:
Cristales
Cabellos blancos
ojos color miel
escribo tras los cristales de los años
auroras de distancias
fotos de la niñez
ahora que nos encontramos hay sueños
y suspiros que faltan por cumplir.
Labios serenos y envejecidos
con tantas cosas en el pecho guardadas
hace falta más claridad
porque este viaje no ha terminado.
Agarra mi mano como un bastoncillo para caminar
todavía hay anécdotas
que nos faltan por contar
el libro no se sierra
queda mucho para llegar a su página final.
San José de los Remates
San José de los Remates
un pueblo alegre y pintoresco
tierra fértil que produce mujeres lindas y hermosas.
La chorrera como sacada de un cuento de enamorados
las nubes de algodón, las flores que huelen a pasión
y el agua como vino refrescante entre árboles
testigos de amores solitarios
que huelen a bosques y montañas.
Grandes paisajes y valles
Donde corren diversos mares
¡Oh, mi San José!
Jamás te olvido con tu neblina y una taza de café.