Los cenizas del bailarín leonés Boanerges Victorino Vásquez Pérez, fallecido por Covid-19 el pasado 11 de julio en Los Ángeles, Estados Unidos, a sus 69 años de edad, han sido repatriadas a la ciudad de León, de donde era originario; grupos de danza y el músico Gustavo Bucardo le tributarán un homenaje póstumo, anunció Kerving Vásquez, su sobrino.
Vásquez Pérez fue un destacado bailarín y maestro de la danza folclórica nicaragüense que divulgó con orgullo, tanto en su ciudad natal, como en Los Ángeles, donde residió los últimos 29 años.
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Conocido como El Chocoyo Mayor fue “el primer bailarín del folclor del Occidente de Nicaragua. Lo cual es un orgullo para su familia y sus amigos artistas”, destacó Vásquez.
Honras fúnebres. Este viernes 15 de enero a las 6:30 p.m. se realizará una vela en su memoria en la calle de Los Chocoyos. También será develada una placa para honrar su legado en la danza; en tanto bailarines y músicos le tributarán un homenaje artístico. Vásquez recomendó tomar las medidas preventivas sanitarias del Covid-19; y dijo que también se repartirán mascarillas.
Para el sábado 16 a las 9:00 a.m, realizaran una misa en la Ermita de San Pedro en Sutiaba; luego su sepelio en el cementerio San José, El Zapote.
Por su lado, el cantautor Gustavo Bucardo manifestó que se sumará al homenaje del destacado bailarín, con temas del disco de la Misa Campesina y otros sones nicaragüenses.
Al respecto, Vásquez agregó que estarán presente la Marimba-Orquesta Hermanos Palacios; el Estudio de Danza “Rosalpina Vásquez”; el Ballet Folclórico del Profesor Ramón Avendaño y la Compañía de Danza Yaxall.
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Boanerges Victorino Vásquez Pérez
Nació en León un 28 de noviembre de 1951, y falleció el pasado 11 de julio del 2020. Fue hijo de Cleotilde Pérez y Victorino Vásquez, una familia de siete hermanos. Sus ancestros también cultivaron con pasión los bailes y tradiciones populares nicaragüenses.
En 1968, junto a su hermana menor Rosalpina Vásquez, fundaron el Grupo Folclórico Hermanos Vásquez. La pieza que siempre le gustó bailar fue El sapo. Perteneció a la generación de los bailarines folclóricos, Irene López y Bayardo Ortiz.
Recibió clases de danza y al son de marimbas de Masaya con la maestra Chona Gutiérrez. En la década de los setenta y ochenta dirigen el tradicional Toro Los Chocoyos; y participó en las festividades de San Jerónimo. Otras de sus pasiones, era acompañar el atabal a ritmo de tambores.
Emigra a Los Ángeles en 1991, busca de mejores oportunidades y crea su propio negocio que llamó Servicio Vásquez; pero su pasión desbordante por la “cultura de su Sutiaba nunca la perdió”, destaca Vásquez
Participó en numerosos eventos culturales y artísticos; y danzar por igual con la maestra Miriam Arroyo, del Ballet Folklórico Mi linda Nicaragua.