En comparación con los últimos meses del año pasado, se ha reportado menor número de incidentes y hostigamiento policial en la primera quincena de enero 2021, aunque la represión y asedio dirigido a líderes opositores locales y nacionales se mantiene igual, confirmó el equipo del Monitoreo Azul y Blanco, un grupo interdisciplinario de personas activistas y organizaciones de derechos humanos.
Para el político opositor Félix Maradiaga, quien tiene casa por cárcel desde mediados de diciembre de 2020, no ha variada su condición este mes. Se mantiene imposibilitado de salir de la vivienda donde habita; 16 policías rodean la casa las 24 horas del día: ocho oficiales frente a la puerta de entrada y el resto rodea el perímetro y las salidas alternativas de casa. Hacen cambio de turno todos los días, detalló Maradiaga. El 17 de diciembre pasado, Maradiaga fue agredido por al menos cuatro policías cuando intentó salir de la casa para recibir a un equipo de periodistas.
El también opositor Juan Sebastián Chamorro confirmó que su casa se mantiene asediada por policías y no puede salir de Managua. Además, cuando se moviliza por la capital, es seguido todo el tiempo por una patrulla policial. El 25 de octubre pasado, fue golpeado y detenido por policías antidisturbios cuando quiso salir de Managua.
En esa misma condición se encuentran diferentes líderes opositores en todas partes del país. Algunos viven de manera clandestina, para evitar el hostigamiento a su alrededor.
Un miembro del Monitoreo Azul y Blanco, que pidió el anonimato por motivos de seguridad, explicó que el asedio es variable: algunos meses se intensifica y en otros meses es menor, lo que no significa que se haya terminado, sino que hay períodos de menos asedio y represión.
“La represión no es una dinámica estática, la represión es una dinámica muy fluctual en general en Nicaragua, pero también en otros lugares del mundo. Generalmente las dinámicas represivas están representadas por picos (altos) y valles (bajos), pero eso no significa que no esté presente la represión o que haya disminuido; eso es parte del comportamiento propio de cómo funcionan las dinámicas represivas”, explicó la fuente.
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El miembro del Monitoreo manifestó que independientemente de que hayan habido más o menos número de incidentes reportados este mes, el hostigamiento sigue siendo la estrategia represiva principal del régimen de Daniel Ortega, para detener las protestas civiles desde hace más de un año. En 2018, cuando comenzaron las protestas civiles masivas, se dio la represión armada que aplastó esas manifestaciones. Más de 300 personas murieron por la brutal represión en 2018, según un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El último reporte mensual del Monitoreo Azul y Blanco, del 1 al 31 de diciembre de 2020, registra un incremento del 600 por ciento de hostigamientos en comparación con diciembre del 2019, cuando se contabilizaron 27 hostigamientos.
Hasta el 17 de enero 2021
Este mes se han reportado 109 incidentes (hostigamiento, agresiones, detenciones y represión) hasta el 17 de enero, según el registro del grupo interdisciplinario. El próximo reporte del Monitoreo será presentado el miércoles 27 de enero.
Sobre el trabajo del Monitoreo Azul y Blanco
El equipo del Monitoreo Azul y Blanco está conformado por una red de ciudadanos de todo el país, en alianza con organizaciones de defensa de derechos humanos, que hacen reportes semanales y mensuales de la represión, asedio y hostigamiento de la Policía Orteguista (PO) y de los simpatizantes del régimen de Daniel Ortega.
El grupo monitorea: agresiones, lesiones o heridas, amenazas, hostigamiento, detenciones arbitrarias, judicialización y estigmatización, tortura y tratos crueles, asesinatos, violencia de género, violación sexual.
El Monitoreo Azul y Blanco ha revelado en sus últimos informes que desde el segundo semestre de 2019 los hostigamientos o asedios policiales han sido la forma represiva más recurrente del régimen de Daniel Ortega.