Marcos Granados, Juan Barrera, Jaime Moreno y Brandon Ayerdis. Era el Torneo de Apertura 2019. El plantel del Real Estelí estaba integrado por atacantes nacionales y extranjeros de reconocida trayectoria, capaces de decidir partidos importantes. Sin embargo, las circunstancias del juego premiaron a Ricardo Rivas, un muchacho de 20 años convertido en el héroe de la final.
El técnico Sergio Iván Rodríguez apostó por Rivas, en vez de Jorge Betancur o el argentino Lucio Barroca, para sustituir al juvenil Harold Medina, lesionado al finalizar el primer tiempo. El chinandegano cumplió como lo había hecho a lo largo del torneo. En el primer tiempo extra (97) quedó mano a mano con el portero del Managua, marcando el gol que le dio el título al Tren del Norte.
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“Siento que me merecía el gol porque venía trabajando de la mejor manera, me venía cuidando. Gritar un gol con el Estadio Independencia lleno es algo bonito, un momento increíble que deseo volver a repetir”, señala Rivas desde Estados Unidos, donde ahora trabaja reparando techos en casas y edificios. El volante del Estelí llegó —asegura— con la idea de estar un tiempo en Estados Unidos y regresar, sin embargo la pandemia del Covid-19 le impidió salir en junio de 2020. “Tres vuelos me cancelaron y solicité una extensión de estadía. Si salgo ahora es como que abandone mi caso. Estoy esperando una respuesta de Migración para irme y no tener problemas en un futuro”, señala.
El volante chinandegano se marchó —señala— a Estados Unidos porque venía reclamando un aumento salarial que nunca le dieron, a pesar de su actuación en la final. “Lo merecía (el aumento), quizás la forma de pedirlo o hacerlo no era la correcta. Creo que me faltó humildad o asesoramiento, pero si le pedí el aumento es porque creo que era justo al destacarme entre grandes jugadores en ese torneo y mis resultados anteriores. Uno trabaja para ganar bien y darle un mejor futuro a su familia y por eso estoy trabajando aquí en Estados Unidos”, señala.
Rivas analizó los hechos con sangre fría y consideró que hizo mal en salir del país por tanto tiempo teniendo contrato con el Estelí. “Sé que no fue profesional de mi parte irme así, pero uno joven comete errores. Espero que me comprendan y no me castiguen de alguna forma, aunque no he recibido ningún pago del contrato. Más bien he perjudicado mi carrera al estar tanto tiempo sin jugar. Viajaré en cuanto se solucione mi situación migratoria para finalizar lo que resta de contrato y seguir mi carrera. Solo deseo seguir jugando al futbol y celebrando más títulos”, indica el atacante, que suma —según Soccerway— 54 partidos y nueve goles en Liga Primera.