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Padre César Augusto Gutiérrez, sacerdote salesiano.

Padre César Augusto Gutiérrez, sacerdote salesiano.

Padre César Augusto Gutiérrez: “Amar es el riesgo más grande”

El padre César Augusto Gutiérrez, estuvo a cargo de la iglesia San Sebastián, en Monimbó, de donde tuvo que salir huyendo para que no lo mataran los paramilitares orteguistas, en julio de 2018. Su pecado fue apoyar a los muchachos que desafiaban en ese momento al régimen Ortega-Murillo. En una rica ensalada de preguntas, descubrimos el lado humano de este sacerdote.

Padre César Augusto Gutiérrez, sacerdote salesiano S.D.B., 54 años.

¿El mejor recuerdo de su vida?
El día de mi ordenación sacerdotal.

¿Qué detalle le puede mejorar un mal día?
Que me inviten a un capuchino.

¿Cómo describiría su fin de semana perfecto?
Para mí es atender a los fieles en el Sacramento de la Confesión y celebrar la Eucaristía dominical… y terminar el día escuchando Mocedades.

¿Cuál cree que es el mejor día del año?
El domingo de Pascua.

Tres cosas que le gustaría tener con usted, si quedara varado en una isla…
La compañía de los que vamos en el barco, un radio y el celular…, pero con datos.

¿Cuál es su olor favorito?
El de las rosas.

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Si pudiera detener el tiempo y lucir de cierta edad por siempre… ¿De qué edad le gustaría verse?
De 30 años.

¿Cuál es la emoción que menos le gusta sentir?
La tristeza.

¿Qué opina de las redes sociales?
Las redes son una maravilla, por la facilidad para comunicarnos.

¿El mejor cumplido que ha recibido?
“Usted es muy humilde”.

¿Qué no volvería a hacer?
Mmm… Hay ciertos pecados, pero ya me confesé y gracias a Dios tengo paz.

¿Un placer culposo?
Comer helado con pastel.

¿Qué cosas lo pueden mantener despierto en la noche?
El café. Una preocupación muy grande. Un temblor.

¿Qué significa para usted “libertad”?
La “libertad” para mí no es hacer lo que me da la gana, sino que es la capacidad de elegir lo que es un bien verdadero; la libertad lleva en sí el criterio de la verdad, la disciplina de la verdad.

¿Qué riesgos vale la pena tomar?
Amar es el riesgo más grande y la mayor alegría. Amo la vida y la defiendo, así como la dignidad de cada persona. La vida, la dignidad humana, la libertad y la justicia son valores por los que vale la pena arriesgarse.

¿Cuál es la lección más dolorosa que ha aprendido?
La fragilidad humana. En cualquier momento se van las personas que he amado o me voy.

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