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El juez Erick Laguna Averruz es reconocido por sus sentencias de El Carrizo y la del simpatizante sandinista que mató a joven en La Trinidad por gritar Viva Nicaragua libre. En ambas benefició a allegados del FSLN. LA PRENSA/ARCHIVO

Erick Laguna Averruz, el juez de las sentencias insólitas

Nicaragua conoce al juez Erick Laguna por dos fallos horrorosos: el de la masacre de El Carrizo y el del hombre que mató a otro por gritar “¡viva Nicaragua libre!”, en La Trinidad, Estelí. En ambos casos, benefició a miembros del FSLN

El 9 de noviembre de 2020, Luisa Rizo Laguna, de 73 años de edad, llegó a los juzgados de Estelí en una camioneta con su abogado Eber Acevedo y otras personas. Ella no se bajó del vehículo inmediatamente, sino que esperó dentro mientras el abogado indagaba sobre el juicio que se realizaría ese día en contra de la persona que mató a su hijo.

El hijo de Rizo, Jorge Luis Rugama Rizo, de 44 años, fue muerto de un balazo a manos de Abner Pineda, un simpatizante del FSLN y trabajador de la Alcaldía de La Trinidad, el 19 de julio de 2020.

Cuando el abogado regresó a la camioneta reveló una mala noticia. Dirigiéndose al conductor de la camioneta le dijo: “¿Sabés quién está (de juez)? El Laguna que dejó libre a la gente que hizo la matancina en El Carrizo. Llevamos las de perder”.

Luego, entre varios le explicaron a Rizo que el juez Erick Ramón Laguna Averruz era “un hombre perverso”.

Luisa Rizo sostiene una foto de su hijo Jorge Rugama, asesinado el 19 de julio de 2020 por un orteguista. El asesino no cayó preso gracias a una sentencia del juez Erick Laguna Averruz. LA PRENSA/ ÓSCAR NAVARRETE

Ese mismo día, durante el juicio, Rizo observó que el juez Laguna solo se mantenía de brazos cruzados. La secretaria era la que hacía todo. En una de las pocas intervenciones que tuvo, Laguna le preguntó a Rizo: “¿Por qué su hijo (víctima) no se llevaba bien con el acusado (victimario)?”. Ella le respondió escuetamente que no sabía que su hijo hubiese tenido problemas con Pineda, y si era así solo pudo ser por diferencias políticas.

En una sola audiencia de juicio, el judicial declaró culpable a Pineda por la muerte del hijo de Rizo. Pero lo hizo por homicidio imprudente, un delito que conlleva una pena muy pequeña, de entre uno y cuatro años de prisión. Diez después, Rizo vio cómo era liberado el hombre que mató a su hijo, apenas cuatro meses después de la muerte de su vástago.

Somocismo y sandinismo

Las vidas del juez Laguna y de Luisa Rizo se encontraron directamente ese 9 de noviembre de 2020, pero ya tenían cosas en común desde 41 años atrás, desde 1979 para ser exacto.

Durante los días del triunfo de la Revolución sandinista, al marido de Rizo, Reynaldo Rugama Tinoco —conocido también como Reyes—, lo mataron los sandinistas cuando estos últimos entraron triunfantes en La Trinidad, Estelí.

Rizo cuenta que su marido era somocista y fue asesinado junto a otro grupo de personas. Lo halló hasta meses después enterrado en una fosa común.

El hijo de Rizo recién fallecido, Jorge Rugama, tenía tres años de edad cuando los sandinistas mataron a su padre. Desde pequeño tuvo encono contra el sandinismo, a causa de la muerte de su padre. Ese rencor contra el FSLN se acrecentó en los años ochenta, cuando su hermano, de nombre Sergio Antonio, murió en la montaña cumpliendo el Servicio Militar.

La casa del juez Erick Laguna, en Estelí. LA PRENSA/ ÓSCAR NAVARRETE

Días antes de la muerte de Reyes Rugama, también fue asesinado el papá del juez Erick Laguna. Jesús Laguna se llamaba y era colaborador del FSLN. Personas que lo conocieron, pero que piden el anonimato, cuentan que la Guardia Nacional llegó a sacar de su casa a Jesús Laguna y lo fue a matar a una esquina. Era junio de 1979 y la represión somocista estaba intensa.

La historiadora española Dolores María Ferrero, en su libro La Nicaragua de los Somoza, recoge un testimonio sobre la muerte del padre del juez Laguna: “La última insurrección también fue horrible, del 4 de junio al 19 de julio de 1979 y duró cuarenta días. Llegaban disparando los BECAT, unos jeeps anaranjados, que España les dio, y también disparaban con rifles garand con gas. La Guardia mató de una forma horrible a un muchacho que era transportista y a don Jesús Laguna, y a su primo hermano, don Tomás Blandón, los degollaron”.

La casa del juez Erick Laguna Averruz parecía casa de campaña del FSLN en 2012,cuando dictó la sentencia de El Carrizo. LA PRENSA/ ARCHIVO/

Para este artículo, la revista DOMINGO buscó al juez Laguna en su casa en Estelí. Dijo que pediría permiso a la Corte Suprema para brindar entrevista, pero, al cierre de esta edición, ese permiso no llegó. El juez Laguna sí logró confirmar que el Jesús Laguna del que habla el libro de Ferrero realmente es su padre.

Las personas de Estelí explican que toda la familia del juez Laguna es orteguista.

La mamá de Laguna, doña Nicanor Averruz, es una señora sandinista pero no es activa partidariamente. Se mantiene apartada, explican quienes le conocen. Dueña de una miscelánea, no pasaba apuros económicos y su hijo Erick estuvo bajo su tutela hasta que él se graduó de licenciado en Derecho, en 1999.

El juez Laguna estaba emparentado con el exdiputado del FSLN en Madriz, Reynaldo Laguna, ya fallecido.

Pero el miembro más prominente entre el sandinismo de la familia del juez Laguna era su hermano mayor por parte de madre, el exmagistrado de Apelaciones de Managua, Óscar Loza Averruz.

El hermano del juez Erick Laguna, Óscar Loza, en medio, cuando era al segundo al mando de la seguridad del estado sandinista en los años ochenta. A la par de él, también de uniforme, Lenín Cerna. LA PRENSA/ ARCHIVO

Loza Averruz murió hace aproximadamente un año. Lo enterraron en Estelí de manera discreta, dicen quienes conocen a la familia. Durante los años ochenta, Loza Averruz fue miembro de la temida Dirección General de la Seguridad del Estado (DGSE), dirigida por Lenín Cerna. Loza Averruz era el segundo al mando después de Cerna.

Loza Averruz llegó a ser magistrado del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM), donde se jubiló el 11 de junio de 2007, pocos días antes de que estallara un escándalo en el que él firmó una sentencia que dejó libres a narcotraficantes que habían sido capturados cerca de Montelimar con más de tres mil kilos de cocaína.

Loza era hijo de la mamá del juez Erick Laguna, Nicanor Averruz, pero no son hermanos del mismo padre. Averruz tuvo una relación primero con Agapito Loza y después se casó con Jesús Laguna, de quien quedó viuda en 1979.

Un rápido ascenso

Los estudios de Derecho el juez Laguna los hizo en la Universidad Americana (UAM). Estudió sabatino, dicen quienes lo conocen.

Según el mismo juez Laguna, entre 1978 y 1979 él estuvo en Cuba. Y durante los años ochenta asegura que él cumplió con el Servicio Militar obligatorio. “Fui cachorro”, dice Laguna Averruz.

Para graduarse como tal, junto a su compañera Michelle Mansell Morales, escribió una tesis que tituló “El sistema semi-presidencialista, una opción de gobierno para Nicaragua”. En ella, el bachiller Laguna recomendaba el semipresidencialismo como forma de gobierno de Nicaragua porque “el régimen presidencialista ha llevado (a Nicaragua) a ser gobernado por dictaduras”.

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Si Laguna Averruz se graduó licenciado en Derecho en 1999, para el año 2005 ya era juez suplente del Juzgado Distrito Penal de Somoto, Madriz.

“Comencé en (San Juan de) Limay y después Somoto, Ocotal, Estelí. Tengo casi 20 años de ser juez”, dijo escuetamente a la revista DOMINGO, en una conversación que no fue formalmente una entrevista.

A San Juan de Limay llegó a estrenarse como juez local. Algunos abogados de esa localidad, que piden el anonimato, explican que el juez Laguna llegaba armado y viajaba diario desde Estelí en un vehículo que le dio la Corte Suprema. A veces llegaba con camisetas con las imágenes de Sandino o del Che Guevara.

“Tenía poco contacto con la población. Solo sé que andaba armado. Poco tiempo estuvo acá. Salía a la una de la tarde de aquí”, dice un abogado que pidió omitir su identidad.

el juez

Sobre la portación de arma, Laguna Averruz no lo negó ni lo confirmó. Solo alcanzó a decir: “Eso es delicado desde todo punto de vista”. Cuando se le dijo que la gente lo decía, respondió: “Ellos lo sabrán los que le dijeron”.

Quien habla abiertamente sobre el paso de Laguna por San Juan de Limay es la abogada Rosa Idalia Casco, quien asegura que el judicial se portó muy bien en esa localidad. “Un excelente juez. Cuando él estuvo aquí (San Juan de Limay), a pesar de que era la primera vez, fue una gran persona. Muy amable, muy respetuoso. Nos atendía (a los abogados) en todo momento. Siempre con su sonrisa. Nunca un maltrato para nadie”, dice Casco, quien agrega: “Cuando se iba, no queríamos que se lo llevaran”.

Casco considera que quienes lo critican es por sus simpatías políticas, porque Laguna Averruz nunca ocultó su inclinación por el sandinismo.

Los abogados estelianos, que por temor a represalias por parte del poder judicial prefieren hablar bajo el anonimato, explican que a Laguna Averruz nunca lo vieron litigar y no se explicaban cómo era juez cuando lo nombraron en San Juan de Limay. Era un desconocido entre el círculo de abogados del norte de Nicaragua. Solo sabían que salió de las filas del FSLN.

“Yo solo lo conocí como un vago, un gigolo. Como litigante no lo conocí. Me asombré cuando me di cuenta que era juez porque no tenía experiencia y no reunía los requisitos para ser juez”, indicó otro abogado.

El Carrizo

El juez Laguna comienza a destacar en las noticias en enero de 2012, cuando le corresponde actuar en el juicio contra el entonces secretario político del FSLN en San José de Cusmapa, José de Jesús (Gersan) Herrera Zepeda y el delegado municipal del Consejo Supremo Electoral (CSE), Eusebio Cruz Montenegro, un grupo de policías y simpatizantes del partido rojinegro.

A todos ellos se les había acusado por la masacre perpetrada en contra de una familia de la comunidad El Carrizo, en San José de Cusmapa, Madriz. José Mercedes Pérez Torres y sus hijos Elmer Liborio y Josué Sael Torres Cruz fueron acribillados a balazos el día de las elecciones presidenciales del 2011, celebradas el 8 de noviembre.

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El juez Laguna sorprendió a la ciudadanía declarando culpables a los hechores, pero condenándolos a solo tres años y medio de cárcel y, para agravar la burla judicial, cumplieron la pena en celdas preventivas de la delegación policial de Somoto, con todas las comodidades: Televisor, buenas camas, visitas conyugales, de amistades y familiares, buena comida, entre otros beneficios.

Doña Irinea Mejía posa con su prole, esposas y vástagos de sus dos hijos asesinados en El Carrizo por allegados del FSLN y liberados por el juez Erick Laguna Averruz. LA PRENSA/ ARCHIVO/ ÓSCAR NAVARRETE

Después de salir en libertad, los condenados viven siempre en San José de Cusmapa, siguen ligados al FSLN y caminan con tranquilidad por las calles.

Quien sufrió más fuertemente la decisión del juez Laguna fue la esposa y madre de los asesinados, doña Irinea Mejía Cruz. Ella ya falleció pero mientras sobrevivió sufrió cada día ver a los asesinos libres, en las mismas calles por donde ella caminaba. Lo que ella sufrió lo sufre ahora Luisa Rizo, viendo libre al hombre que mató a su hijo Jorge Rugama, quien momentos antes de morir había gritado “¡viva Nicaragua libre!”. El “pecado” de los familiares de doña Irinea había sido reclamar cédulas.

Una magistratura

El juez Erick Laguna está fuertemente respaldado por el poder judicial, dominado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

Tras la sentencia de El Carrizo, fue defendido por el magistrado de Apelaciones de Managua, Gerardo Rodríguez, pero principalmente por la presidenta de la Corte Suprema, Alba Luz Ramos.

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Los abogados estelianos aseguran que Laguna es bien atento con la magistrada Ramos.

“El juez Laguna se puede resumir en estos momentos en que anda buscando una magistratura de apelaciones. Toda la camada de él, de esos que son obedientes al FSLN, ya son magistrados de apelaciones. Ayer nombraron a la Adela Cardoza como magistrada de apelaciones en Masaya. Solo a Laguna lo tienen como juez todavía y él sabe que en este año electoral puede ser su oportunidad, porque los sandinistas si pierden el poder necesitan dejar a su gente bien ubicada para seguir teniendo poder después de perderlo”, dice un abogado esteliano.

El juez Laguna por ahora es el juez de Distrito Penal de Juicio de Estelí y mantiene su vida privada bastante hermética. Solo se conoce que va de los juzgados a su casa y algunas veces se le ve haciendo ejercicios en la plaza Domingo Gadea.

El resumen que hacen de él los abogados estelianos es que se trata de una persona amable pero su mal es el fanatismo por el orteguismo. Otros señalan que solamente es uno más de los jueces orteguistas que obedecen a un partido antes que apegarse a las leyes. “Yo soy obediente. Las órdenes me vienen de arriba”, lo han escuchado decir.

El exdiputado Armando Herrera critica que el juez Laguna solo es un operador político del FSLN en el sistema de justicia.LA PRENSA/ ÓSCAR NAVARRETE

Es un “guillotinador” del FSLN

El exdiputado Armando Herrera asegura que mientras el juez Erick Laguna Averruz estuvo en Somoto, primero como juez de adolescentes y después como juez de Distrito Penal de Juicio, tomó conductas “torpes” y “deformó la justicia”.

“Laguna es el guillotinador del régimen (orteguista), cómplice para todos los delitos. Es de los jueces que no están ahí por meritocracia. No tiene mérito para llevar la justicia que necesitan los nicaragüenses. La justicia no debe de tener miembros de esa naturaleza”, dice Herrera.

En Somoto, Laguna tenía escasa relación con la ciudadanía somoteña, aunque sí Herrera recuerda que se manejaba en vehículos de lujo.

Su caso más sonado fue el de El Carrizo. “Se le vio parcializado a favor de los asesinos de El Carrizo. Fue para proteger a sus huestes de la cual él mismo formaba parte”, finaliza diciendo Herrera.

La Prensa Domingo

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