La grandeza de un futbolista depende de su capacidad de mostrar su arte en los grandes escenarios. Mbappé hizo ver al Barcelona del tamaño de una hormiga. Su esplendor llenó un vacío Camp Nou, el brillo de su juego opacó toda reacción catalana. No hubo Messi, no hubo Griezmann ni Dembelé. Sin Neymar y sin Di María se esperaba un encuentro de mucho sufrimiento para los franceses, pero ahí apareció la estrella intermitente, esperando su toga para su graduación. Fue una clase magistral de juego, goles y arte. Tres goles de Mbappé sentenciaron la eliminatoria (1-4), haciéndole un guiño al Real Madrid. ¿Cuándo el fichaje? Mientras el mundo del futbol babeaba por su espectacular presentación.
El PSG brindaba señales peligrosas desde el primer minuto con la conexión Verratti y Mbappé, la respuesta de catalana surgió con Pedri y Griezmann pero Navas rechazó. Un robo a Pedri en el medio campo casi abre el marcador con Mbappé combinándose con Icardi, pero el mismo canario llegó a tiempo para tapar el disparo del argentino. Respiró al Barcelona con el penalti de Kurzawa a De Jong (25’) para que Leo Messi abriera el marcador. No obstante, un inmenso Verratti encontró a un eficaz matador como es Mbappé para igualar el marcador (32’).
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Durante la segunda parte se le cayó el piso al Barcelona que nunca había perdido contra un equipo francés en Champions League. Todo pasaba por Verratti y Mbappé. Kean encontró espacio y Ter Stegen evitó el segundo gol, luego Ander Herrera buscaba a la estrella del juego pero no llegaba a tiempo. En este momento del partido todo era del PSG. Cuando corría el minuto 64 Mbappé soltó un latigazo de derecha tras el rechace del centro de Florenzi. A Piqué solo le alcanzó de desviar la pelota, pero cayó en los pies del delantero más letal de esa noche en Barcelona. 2-1 el marcador y el piso de vidrio catalán se hacían añicos. Cinco minutos después un centro de tiro libre de Leandro Paredes y Kean cabeceó solo, sin ningún marcador cerca. Mientras que la cereza del pastel volvía a ser Mbappé tras una gran jugada de Draxler para asistir a Mbappé (84’).
Todo parece consumado, Pochettino sonrió en Barcelona y Mbappé logró su consagración. Su nivel de estrella jamás volverá a estar en discusión.