14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Adrián Chavarría debutó contra Madriz. LAPRENSA/CORTESÍA

Trabajó de payaso y chofer de ruta, ahora es jugador de Primera División

El volante oriundo de Waspam Norte empezó a trabajar desde los 10 años y nunca se detiene hasta lograr sus sueños

Creció sin nada y comprendió que para salir adelante debía esforzarse y trabajar duro cada día. En su humilde casa del barrio Waspán Norte, careció de muchas cosas y para ayudar a su mamá (Xiomara Miranda) le pidió a un amigo que era payaso le enseñara cómo hacer a reír a las personas. Desde los 10 años empezó a montarse en las rutas para ganar algunas monedas por la mañana, por la tarde iba a clases y  perfeccionó sus cualidades en la Academia Falcon de Managua con la ilusión que alberga todo niño de algún día convertirse en el futbolista profesional.

Ese niño perseverante y trabajador incansable se llama Adrián Chavarría, quien acaba de cumplir su penúltimo sueño. El pasado domingo debutó con el Juventus en la Liga Primera, tras pasar años jugando en segunda y tercera división, mientras trabaja como payaso en algunos eventos y chofer de la ruta 266.  “Ese día recordé todo lo que he pasado, todo el sacrificio que he hecho a lo largo de mi vida para llegar aquí y todas las personas que me ayudaron, especialmente mi madre”, explica el volante de 23 años, a quien el técnico Oscar Blanco lo alineó apenas lo tuvo habilitado.

Sus compañeros de equipos lo llaman el Payaso, porque así se abrió camino en la vida. Con 15 años su historia la contó el periódico HOY, un medio que pertenece al Grupo Editorial LA PRENSA, en 2012 y confesó que anhelaba seguir los pasos de su ídolo Juan Barrera. Alexis Zepeda, entrenador de la Academia Falcon, tardó casi tres meses en contactarlo para invitarlo a mejorar en sus habilidades durante dos años y el programa Margarita Te voy a Contar le cumplió el sueño de conocer al Iluminado.

Te puede interesar:  Marcas sagradas del beisbol nicaragüense que peligran esta temporada

“Todo pasó tan rápido”, recuerda Chavarría. “A Juan lo conocí a los pocos días de llegar a la academia. Me regaló un balón y una camisa que todavía guardo. Nos dio una charla a todos y nos dijo que siguiéramos trabajando fuerte porque los sueños primero se trabajan para que se cumplan”, asegura el volante, quien desde entonces ha visto varias veces a Barrera y le dio un último consejo dos semanas antes de su debut. “Me dijo que le echara ganas porque solo el trabajo fuerte te da los buenos resultados”, señala.

De trabajo fuerte y resultado, Chavarría sabe mucho porque toda su vida ha sido así. “De tanto estrés me salió vitíligo y la doctora me recomendó que pare un poco”,  señala, el jugador, quien dos o tres días a la semana manejaba la ruta 266 para tener ingresos extras. “Me voy a centrar mi carrera como futbolista lo más que se pueda porque es corta. Después de entrenar, me quedaré solo el negocio porque debo bajarle el ritmo un poco”, dice.

Además lea: Pablo Gállego: «No nací nicaragüense, pero moriré siéndolo»

El volante del Juventus ha sido perseverante desde siempre. Ahorró sus ingresos de los eventos de payaso durante cuatro años para comprarse una moto y estudiaba electromecánica. Pasó un año, entre 2018 y 2019, manejando la ruta 266 sin parar y con el apoyo de su familia puso su negocio de venta de repuestos y reparación de motos. Quería un carro, y siguió de chofer y ahorrando hasta obtenerlo dos meses antes de su debut. “Todo lo que me he propuesto lo he conseguido, y ahora lo único que deseo es llegar a la Selección Nacional”, afirma el rápido volante capitalino.

Deportes Juventus FC Liga Primera Torneo de Clausura

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí