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Canelo Álvarez retuvo sus dos coronas mundiales. LAPRENSA/AFP

Canelo “rockeó” en Miami en un concierto de tres asaltos

Canelo "rockeó" en Miami y ratificó su estatus de estrella. Subió acompañado de J Balvin, quien levantó el ánimo de los asistentes. Ni el Himno Nacional de México y de los Estados Unidos vibró tanto como el sonido del reggaetón

Bastaba estar sentado en el camerino, atándose el vendaje y con una cámara detrás para que el público se extasiara. El Hard Rock Stadium es una gran caja de metal sin eco cuando el público no está. Canelo le dio vida, como cuando un músico encuentra melodías o harmonías en los instrumentos. El mexicano lo consiguió con los puños como guitarra, impuso su ritmo, fue dueño del escenario hasta alcanzar ese golpe certero que sepultó los anhelos de Avni Yildirim. El deporte castiga: no te podes perder dos años y querer destronar al considerado el mejor libra por libra del planeta por una mayoría de especialistas del boxeo. El azteca noqueó en tres asaltos a Yildirim, defendiendo así sus títulos del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y Asociación Mundial de Boxeo (AMB) en las 168 libras.

Canelo “rockeó” en Miami y ratificó su estatus de estrella. Subió acompañado de J Balvin, quien levantó el ánimo de los asistentes. Ni el Himno Nacional de México y de los Estados Unidos vibró tanto como el sonido del reggaetón.  El espectáculo había iniciado. Una vez sonada la campana empezó el verdadero concierto del mexicano. Canelo golpeó a los bajos en el primer asalto, la estrategia era evidente: ponchar las llantas de ese tractor, usó la izquierda al antojo sin respuesta del retador a la corona. En el segundo soltó ambos puños, pero insistió en el upper cut, levantando en oar de ocasiones el rostro de Yildirim. En el tercero siguió su demolición al cuerpo, pero agregó la mano derecha en recto. Así fue cómo mando a la lona al turco, quien soportó las descargas posteriores para luego rendirse como un cobarde. Ese kebab llegó cocinado, terminando la pelea por nocaut en el cuarto asalto al ocultarse en su esquina.

Los fanáticos de Miami sabían lo que tendrían en frente, por eso vibraron al ritmo del previo de la pelea porque si solo de boxeo se tratara el nivel de decepción al retornar a sus casas fuera enorme. Canelo se consagra como uno de los mejores peleadores de la actualidad no por Yildirim, sino por el peso de su golpeo en las 168 libras. Ahora lo esperan otros grandes escenarios, pero no olvidará la noche en la cual “rockeó” en Miami.

La semiestelar

En el combate semiestelar de la noche, McWilliams Arroyo noqueó en el quinto asalto al mexicano Abraham Rodríguez cuando la propia esquina del azteca decidió detener el combate. No tenía sentido continuar con el castigo sin respuesta. Arroyo se preparó para medirse a Julio César Martínez, sin embargo una lesión en la mano derecha sacó del escenario al verdugo de Cristofer “el Látigo” González y tres días antes de la pelea no había otra mejor opción que Rodríguez. Arroyo consiguió convertirse en campeón mundial interino del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

 

 

Deportes Canelo Álvarez

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