Hay dos formas de describir la suerte del Real Madrid en la Liga de Campeones: que le tocó el camino más fácil hacia la final o el menos difícil. En todo caso, los Merengues han encontrado rosas y no piñuelas de cara a la redención de un año cargado de lamentos. Para llegar el 29 de mayo a Estambul, deberán pasar encima del Liverpool y luego sobre el ganador de la llave entre el Oporto y Chelsea. En otras palabras, lograron apartar a los dos mejores equipos del mundo: Manchester City y Bayern de Múnich. La tropa de Zidane solamente los podría ver cara a cara en una final, no antes. Por ese motivo es que hay vino y champán y, no, lamentos ni olor fúnebre.
Hasta hace un año el Liverpool de Jürgen Klopp causaba miedo, si no tenías nervios de hierro te provocaba ataques de pánico con solo escuchar su nombre con el tridente de Salah, Mané y Firmino: ganaron la Liga Premier por primera vez en 30 años y en 2019 habían conseguido la Champions después de llegar a la final en 2018 y perderla contra el Real Madrid. El Liverpool era un equipo sólido atrás con Van Dijk liderando la zaga y arrollador adelante, pero eso se esfumó en la última temporada. Las lesiones tocaron su puerta y el equipo se convirtió en una ruleta rusa en resultados. Actualmente son sextos en la Premier y pelean para entrar a puestos de Champions el siguiente año, despidiéndose de toda oportunidad de la liga y, aunque han puesto todo su enfoque, en levantar la “Orejona”, mejorando su imagen con dos triunfos en octavos ante el Leipzig, la inestabilidad defensiva sin Matip y Joe Gómez, además de Van Dijk, agregado con la poca capacidad destructiva de sus definidores (con excepción de Salah, que es líder de la competición local con 17 goles, pero abajo en asistencias), este Madrid con aparente rostro de resurgir debería ser suficiente para vencerlos.
Te puede interesar: La Azul y Blanco debutará ante una selección que tiene más de un año sin realizar un partido oficial
La tropa de Zidane tampoco es ese equipo sólido que derrotó al Liverpool en la final de 2018 (3-1). No obstante, han sobrevivido a nueve bajas y aún siguen en la pelea de La Liga y Champions League. Modric encontró la nueva juventud, Ramos volvió para mandar la defensa, Benzema acompaña a Vinicius y Asensio; Federico Valverde le da respiro a un mediocampo rendido a los pies de Casemiro y Kroos sigue sin dar un mal pase. Todo el optimismo surgido del Madrid nace en cómo apagaron la estrella de un equipo tan ofensivo como es el Atalanta, prácticamente el conjunto italiano se vio sin pólvora, ni Muriel ni Zapata encontraron tantos espacios para liquidar a Courtois y, cuando llegaron, el arquero belga resolvió.
Por otro lado, la incorporación de Lucas Vázquez como lateral derecho le ha dado otro aire al Madrid, a pesar que Carvajal sigue lesionado y Hazard es una incógnita de cuándo estará de regreso. Zidane dio con la tecla al usar a tres centrales, dándole más desplazamiento a Vázquez y Mendy tanto en la presión sin balón como en los desbordes ofensivos cuando tienen el esférico, convirtiéndose así en dolores de cabezas para los oponentes. ¿Quién diría que en una temporada oscura en la cual no se veía el sol cerca empiece a iluminar al Madrid cuando más se necesitaba?
Además, está el punto intangible difícil de entender el matrimonio Champions-Real Madrid. Muchos lo llamaron la flor de Zidane, otros solamente suerte, pero es más que eso, la grandeza del Madrid aparece para levantar a este equipo en la competición de más glamour y peso del mundo de clubes: la Champions.
En las otras llaves no hay duda del favoritismo del Chelsea sobre el Oporto, del Manchester City sobre el Dortmund y del Bayern sobre el PSG.
Fecha de los cruces
Martes 6 de abril: Manchester City vs. Borussia Dortmund; Real Madrid vs. Liverpool.
Miércoles 7 de abril: Oporto vs. Chelsea; Bayern de Múnich vs. PSG.
Martes 13 de abril: PSG vs. Bayern de Múnich; Chelsea vs. Oporto.
Miércoles 14 de abril: Liverpool vs. Real Madrid; Borussia Dortmund vs. Manchester City.