Marvin Benard se convirtió en una figura emblemática del beisbol nicaragüense. Causó furor, llenó estadios a su paso por el país, la gente le pedía autógrafos, fotografías, y su nombre sonaba en cada rincón del país. Jugaba para los Gigantes de San Francisco, era uno de los compañeros de Barry Bonds y durante nueve años mantuvo el interés día a día en sus actuaciones. Recientemente, el ahora mánager de la Selección Nacional de Beisbol estuvo charlando con Miguel Mendoza, a quien reveló detalles sobre la época más complicada de su carrera: el uso de esteroides.
La conversación inició con su retiro. “Ahora, a mi edad, empiezan a verse los dolores: la pantorrilla. Al llegar con Chicago iba a ser el cuarto o quinto jardinero del equipo. Saldría del banco y en un entrenamiento, corriendo sentí un jalón y más nunca se me fue, no pude correr sin tener ningún tipo de dolor ni miedo que me volviera a pasar. En vez de ponerle curita a las heridas, decidí dejarlo así e irme a la casa”, relató el exjugador.
Sobre el tema de los esteroides señaló: “No me molestó mucho que dijeran que había usado. Yo lo probé por las rodillas en 2002 y en ese tiempo comenzaron a hacer las pruebas, sabía que estaba limpio aunque lo había probado, sé la razón por qué lo hice: solo trataba de mejorar la rodilla para jugar en la Serie Mundial. Me ayudó mucho para regresar más rápido, se me fortaleció esa parte del cuerpo, luego no lo usé más y con el tiempo me hizo más mal que bien”.
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Luego Benard habló del ejemplo que le dio a su hijo sobre las sustancias prohibidas. “A mi hijo le dije que a veces buscamos maneras de cortar para llegar más rápido, en ese momento te ayuden pero a la larga te hacen más daño. Le expliqué que había cometido muchos errores y deseaba que aprendiera de los míos para que no los hiciera. Eso me hizo sentir bien, que pude hablar con mi hijo francamente, la noche ante de ese reportaje que explotó todo, le expliqué a mi hijo y todo lo que sucedería: ‘mucha gente va a hablar mal de mí, pero esos son los errores de tu papá y no tenés por qué llevarte esa carga’, le comenté”, concluyó Benard sobre el tema.
Respecto a su relación con Bonds, dijo que no fue del todo sencilla por el ego de la estrella. “Nos decía a todos: ‘a mí me pagan para meter jonrones, no para seguir las pelotas; si me canso, no podré hacer lo mío; esto no es una pista y campo, esto es beisbol’. Así que a mí me tenían de arriba y abajo cubriendo su terreno”, agregó.