Milton Román llevó a su hijo Bryant a jugar futbol a los campos de pequeñas ligas de Diriamba desde los cuatro años. Miró que tenía potencial, lo apoyó desde el primer día en cada uno de sus procesos, pero estaba claro de que su hijo necesitaba salir de Nicaragua para trascender futbolísticamente. Así que se contactó con un familiar en Alemania para que consiguiera pruebas con equipos de tercera y cuarta división, y en mayo de 2019 viajaron a los campamentos del SC Verl y SV Lippstad 08.
Bryant pasó la prueba, pero no se quedó porque ofrecían muy poco económicamente, eran clubes de otros estados donde no estaban sus familiares, y sobre todo, no le podían ayudar con lo más importante: el estatus migratorio. “Consiguieron una prueba en el Hansa Rostock, el equipo del estado donde estaba, y a los tres días el entrenador me dijo que contaba conmigo”, cuenta el actual atacante del Junior de la Liga Primera.
Puede interesarte: La Azul y Blanco propina la goleada más escandalosa de Concacaf en las eliminatorias de Catar 2022
El padre de Bryant lo inscribió en un curso de nueve meses para estudiar alemán, en junio solicitó una visa de estudiante que le permitiera una larga estadía y jugar sin problemas en el equipo sub-19 del Hansa Rostock, donde estuvo hasta finales de febrero de 2020. “Fue una experiencia muy agradable, aprendí demasiado. Ahora tengo una mentalidad diferente, antes era muy conformista, ahora quiero más, ser competitivo. Mi mentalidad cambió, ahora en el Junior quiero sentirme y ser importante, no quiero ser un jugador que pasa desapercibido”, asegura el atacante de 20 años.
Un futbol físico e intenso jugado al primer toque se encontró Bryant en Hansa Rostock, donde se tuvo que adaptar rápidamente para convencer. “Mejoré mucho en varios aspectos: físico, técnico, táctico y mental, sobre todo porque ahora quiero más. Ahora quizás un entreno no lo termino muy bien y llego al siguiente enfocado en dar más para mejorar. Ya no soy el Bryant conformista de antes; si he llegado así, me descartan desde el primer día. Los entrenamientos son demasiados intensos, competitivos, tienen una ambición ganadora en todo, por eso Alemania es una de las grandes potencias”, reflexiona.
Bryant, quien ha sido seleccionado sub-17 y sub-20, debutó a los 17 años con el Diriangén en 2018. En tres temporadas disputó 48 partidos y marcó dos goles, ambos tras llegar del Hansa Rostock. En el Clausura de 2021 pasó al Junior, donde no marca pero registra una asistencia en seis juegos. “Quiero volver a estar en la selección y salir fuera del país. No quiero quedarme toda la vida aquí, mi sueño está intacto y voy a luchar, más ahora que tengo una nueva inspiración: mi hija que está por nacer”, avisa Román.