Durante un recorrido realizado por LA PRENSA este Jueves Santo, se pudo observar la aglomeración de personas en el Mercado Israel Lewites y en la Laguna de Xiloá, en una etapa en la que aún persiste la segunda ola de la pandemia del Covid-19, según el médico epidemiólogo Leonel Argüello.
“La segunda ola de la pandemia comenzó en noviembre de 2020. Los datos del Ministerio de Salud (Minsa) indicaban en noviembre que de seis personas que fallecían de neumonía, semanalmente, se incrementó a 25 personas fallecidas”, explicó Argüello.
Afirmó que esta segunda ola se ha caracterizado por un incremento lento, pero progresivo, ascendente, a diferencia de la primera ola que fue explosiva. Aseguró que entre la primera y segunda ola, hubo picos pequeños principalmente a nivel municipal.
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Mercado abarrotado
A pesar de que las ventas en el mercado Israel Lewites, según los comerciantes, fueron mejores el año pasado en medio del inicio de la pandemia, se muestran optimistas por lo observado durante los primeros días de esta Semana Santa.
Ubicado en el occidente de Managua, este mercado recibió este jueves a una gran cantidad de compradores que al igual que los comerciantes, se entremezclaban entre los que portaban mascarilla y los que no las usaban. Una de ellas era Marlene Bello, comerciante del sector de mariscos. “La venta está muy buena, pero no es comparada a la del año pasado, que estuvo mejor, aunque apenas es jueves, y esperamos que mañana mejore”, aseguró, tras explicar a un potencial comprador que su fresco producto proviene de la zona de Jiquilillo, en Chinandega.
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Sin embargo Ricardo Lezama, vendedor de queso, más bien se mostró preocupado porque sus ventas se han disminuido hasta en un 25 por ciento respecto al año pasado. “Ya esto lo considero pérdida”, comentó frente a los dos únicos bloques de queso que ofrecía a 64 córdobas por libra.
En medio del bullicio natural del mercado, Yahoska Urbina, comerciante de abarrotes, recordó que el año pasado cerró el tramo por prevención a la pandemia, pero este año asegura, sin portar mascarilla, que las ventas están con buen suceso. “Ideay, la gente busca la comida”, aclaró mientras empacaba unas bolsas de sal.
“Toda actividad que ponga a menos de dos metros entre persona y persona es grave, ya que lo que se está haciendo es contagiando a la gente. No es solo enfermarse, complicarse y fallecer, sino que alrededor del 35 por ciento de la población quedará con daños serios en los pulmones, corazón y otros órganos, de manera que se va a ver disminuida su calidad y expectativa de vida”, apuntó el doctor Leonel Arguello.
Arguello enfatizó que cualquier aglomeración, donde se junte gente, lo que se está garantizando es que se tengan las posibilidades de que exista gente con más infecciones, aunque no tengan síntomas. Recordó que el 80 por ciento de los niños y el 45 por ciento de los adultos no presentan síntomas, pero sí pueden transmitir la enfermedad. “Con la aglomeración aumenta la carga viral y por ende la transmisión”, apuntó.
Según el Observatorio Ciudadano Covid 19, desde que apareció el primer caso de contagio en Nicaragua, el 18 de marzo de 2020, al 24 de marzo de este año, se han reportado 13,312 casos sospechosos verificados y 3,014 fallecimientos sospechosos de la pandemia en el país.
Por su parte, el Ministerio de Salud (Minsa) en la última comunicación sobre la pandemia, con fecha del 12 de marzo, indicó que desde el inicio de la pandemia hasta ese día, ha “atendido y dado seguimiento responsable y cuidadoso a 5,216 personas”. “En la presente semana hubo un fallecido atribuible a Covid-19 y se presentaron otros fallecimientos en personas que han estado en seguimiento, debido a tromboembolismo pulmonar, diabetes mellitus, infarto agudo de miocardio, crisis hipertensivas y neumonías bacterianas”, aseveró.
La información oficial ha sido cuestionada. Los especialistas independientes han criticado el manejo de la pandemia debido al secretismo en los datos.
Las medidas Cinco más uno
El especialista indicó que la población puede salir de sus hogares siempre y cuando ponga en práctica las reglas del “Cinco más uno”: distanciamiento de al menos dos metros entre persona y persona (tres brazos de distancia), no tocarse las puertas de entrada del virus (ojos, nariz y boca), lavarse las manos con agua y jabón por más de 40 segundos, utilizar mascarilla (si es de tela que sea de tres capas y si es quirúrgica utilizarla solo una vez), usar careta protectora y que haya suficiente ventilación.
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Dijo que en Nicaragua persiste la dificultad de contar con pruebas de laboratorio y eso afecta en verificar los casos. “Ya deberíamos tener por lo menos mas de 300 mil pruebas en el país porque esto nos permitiría identificar las personas que son positivas, aislarlas para que no sigan contagiando, identificar los contactos de estas personas y ponerlas en cuarentena por un período de 10 días para evitar que otras personas se sigan contagiando y de esa manera romper la cadena de transmisión”.
Xiloá se reactiva y con alta presencia policial
La Laguna de Xiloá, ubicada en el municipio de Ciudad Sandino, vecino occidental de Managua, empezaba a llenarse de bañistas este jueves, pero también fue notorio el exceso de presencia policial.
Darleth González, de origen caribeño, aseguró estar tomando todas las medidas de prevención por la pandemia: “Por eso estoy retirada de la gente, solo con mi familia que está ahí bañándose”, explicó. “Es mi único día de vacaciones por eso decidimos venir”, aclaró.
Doña Mery Zapata, vendedora ambulante de quesillo, que ya lucía en su rostro los efectos del inclemente sol, dijo que la venta no ha estado buena, pero esperaba que mejorara en el resto del día. Ella espera vender los 50 quesillos que preparó. “En otros años vendía el doble”, recordó.
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Tomando el sol sobre una enorme piedra y con la mirada puesta en sus niños, que chapoteaban en la mezcla de aguas verdeazules y el color cenizo de la arena, Gabriela Lovo salió hoy de su casa en Ciudad Sandino con intención de “agarrar un poco de aire”. “El año pasado nos quedamos en casa por la pandemia, ahora por los niños estamos aquí y seguimos todas las precauciones”, dijo.
Inundando el ambiente estaba el ritmo de las canciones de El General. Siguiendo la pista se llegó al Bar Las Palmeras, que ya tenía un buen grupo de veraneantes compartiendo cervezas heladas. Su propietaria, Raquel Pérez, apuntó a que tendrá una mejor temporada que el año pasado, sin portar mascarilla, y no muy convencida, dijo que se están tomando las precauciones por la pandemia. El local cierra a las ocho de la noche, y una pista de baile, por la mañana aun vacía, estaba a la espera a quienes se avienten a bailar al ritmo de El General, ya desde unas mesas algunos empezaban el contoneo.
“Estamos en la segunda ola, siguen los contagios, siguen los fallecidos, mantengamos las medidas de precaución”, insistió el doctor Leonel Arguello.