No hay nada que criticarle a Alexander Espinoza, el muchacho nicaragüense de 28 años que se enrumbó a Londres para defender su cetro plata de del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) de las 118 libras contra el británico Ukashir Farooq, pero falló en el intentó. Se encontró con un oponente más corajudo, de mejor técnica, volumen de golpeo, velocidad de manos, en síntesis, completamente superior, perdiendo por decisión unánime (97-95, 97-93 y 97-94).
Te puede interesar: El Real Estelí hace su mejor partido de la historia y destroza a Sesi Franca en cuartos de final
Si Espinoza golpeaba en seco al rostro, Farooq le regresaba dos, si atacaba a los bajos con el gancho recibía combinaciones duplicadas. La clave estuvo en el planteamiento inicial del combate. El británico, pero de origen paquistaní, no regaló ni un segundo de la pelea, se enfrascó en la corta distancia desde el primer momento, restándole recorrido a los brazos largos de Espinoza, descargaba y salía, sin embargo en ciertos momento también tomaba el atrevimiento de fajarse con un fajador como el nicaragüense, que salió derrotado en todas las áreas: en el choque, en corto y media distancia, además que vulneraron su endeble defensa todo el tiempo. No había mucho por hacer, más que resistir, evitar el nocaut, sobreviviendo para sortear la ruleta con la esperanza que surgiera ese golpe de la suerte para acabar el combate por la vía rápida, porque de otra manera sería imposible el triunfo.
No obstante, Supernova a partir del séptimo asalto empezó a recibir un mayor volumen de golpes constantes al rostro, menguando su capacidad de respuesta. Farooq aunque no tuvo al borde del nocaut a Espinoza, los lapsos sin respuestas tentaron al réferi a detener las acciones. Aguantó Espinoza debido a su excelente preparación y a pesar que perdió sin discusión alguna, entregó el alma en el cuadrilátero. Cuando un boxeador arriesga la vida como Supernova no existe argumento alguno para criticarlo, hizo todo lo que tuvo al alcance, pero fue devorado por un tiburón.
Ahora que sumó su tercera derrota por 20 triunfos, tocará pensar en reinventar sus objetivos. Probablemente no sea campeón mundial, pero sí un pugilista de interés de las promotoras internacionales por los espectáculos brindados.