El político opositor y precandidato presidencial, Félix Maradiaga, solicitó a través de una carta al presidente electo de Ecuador, Guillermo Lasso, que reconsidere una posible invitación al dictador Daniel Ortega a la toma de posesión de su gobierno.
“Considere que estará recibiendo a una persona cuyo régimen ha sido responsable por innumerables violaciones a los derechos humanos, el uso de la fuerza estatal para asesinar a cientos de ciudadanos y la destrucción de las instituciones democráticas; violaciones que han sido debidamente documentadas por organismos e instancias internacionales con mandato de la comunidad internacional”, mencionó Maradiaga en la misiva dirigida a Lasso.
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Maradiaga confirmó a LA PRENSA que envió esa carta “a través del Partido Republicanos Unidos de Argentina, que tiene una relación cercana con su equipo de campaña (de Lasso), para felicitarlo por su victoria y solicitar que su gobierno apoye la lucha del pueblo de Nicaragua”.
Asimismo, le pidió que “en caso de realizarse esa visita de Ortega o su delegado, sirva esa ocasión para instarle a cumplir con los acuerdos nacionales y los compromisos internacionales de los gobiernos de promover y defender la democracia, los derechos políticos y humanos, llamándolo a garantizar la vida, los derechos y la propiedad de los y las nicaragüenses”.
Guillermo Lasso es un exbanquero conservador, de 65 años, que, al tercer intento, consiguió ganar las elecciones presidenciales, en el país de Rafael Correa.
Maradiaga felicitó a Lasso por ganar ese cargo a través de una “elección libre y justa” y lo instó a apoyar a Nicaragua “para restaurar la democracia de manera pacífica y cívica en elecciones libres y justas, observadas amplia e internacionalmente”.
En la breve conversación con LA PRENSA, afirmó que el “objetivo es que Lasso reconsidere la invitación a Ortega para asistir a su toma de posesión y además solicitar su apoyo en las gestiones que se están haciendo, a través del Sistema Interamericano (OEA) y Naciones Unidas para que se respeten los derechos humanos de la población nicaragüense y su derecho a decidir quién será su próximo gobernante, a través de elecciones libres y transparentes”.
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