CONTENIDO EXCLUSIVO.
CONTENIDO EXCLUSIVO.Daniel Rodríguez Moya
Catedrático, español, 44 años
¿Cuál es el aspecto de su personalidad que más le gusta?
Tal vez el sentido del humor y la tendencia a la broma, aún en los momentos más complicados.
¿Su película favorita?
La saga de El Padrino.
¿Metas?
Ser feliz la mayor parte del tiempo posible. Está complicado, pero estoy en ello.
¿Qué habilidad le gustaría perfeccionar?
Me gustaría tocar mucho mejor el piano.
¿Qué es lo más alocado que ha hecho?
Debió ser tan loco que no lo recuerdo.
¿Le gusta el karaoke?
Sí, con mi hija. Cantamos canciones de Los Beatles.
¿Qué es lo que la mayoría de la gente suele pensar de usted y no es cierto?
No sé la verdad qué puedan pensar de mí. Sí me importa en ese sentido que sea cierto, para lo bueno y lo malo, lo que piense sobre mí la gente a la que quiero. Lo que imaginen los demás, pues cosa de ellos es, no me inquieta mucho.
¿Cuál es su relación con Nicaragua?
Es una relación que se dilata ya por 16 años, a muchos niveles: sentimentales, de amistad, culturales… Llegué a Nicaragua por la poesía y Nicaragua se quedó en mí por todo lo demás.
¿Su red social favorita?
Uso Facebook y me manejo mal con Twitter.
¿Qué tipo de música le gusta bailar?
Soy un verdadero desastre bailando (ríe).
¿En qué situaciones estaría dispuesto a mentir?
Para no hacer un daño mayor que el que suponga la propia mentira.
¿De qué manera prefiere relacionarse con las personas?
Siempre de manera directa y personal, sin pantallas de por medio.
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¿Cuándo se dio cuenta de que había entrado en la adultez?
Fijate que no tengo muy claro que haya entrado aún del todo…
¿Qué ha sido la cosa más inútil y costosa que ha comprado?
Un libro de poemas. ¿Hay cosa más inútil en el mundo? Y sin embargo el mundo sería insoportable sin la poesía.
Si no trabajara en lo que trabaja actualmente, ¿a qué le habría gustado dedicarse?
Músico, sin ninguna duda.
Cuando llegue a la edad de jubilarse, ¿cómo imagina esa etapa?
Si la salud lo permite, no me imagino una jubilación inactiva. Siempre tendré algo qué hacer. Al paso que vamos en España, en cualquier caso, igual la jubilación ni es una opción.
¿En qué época histórica le gustaría vivir si volviera a nacer?
A pesar de todo, creo que en ninguna época pasada habría vivido mejor que en la contemporánea. Últimamente pienso que habría sido estupendo vivir unos días en pleno verano del amor en San Francisco.
¿Con qué color se identifica?
Azul y blanco.
¿Qué tipo de ropa no llevaría puesta en ningún caso?
Un uniforme militar.
¿Deporte que menos le gusta?
¡El fútbol! Porque además cada vez tiene menos de deporte y más de intrigas, intereses y mafias. Por no hablar de su efecto adormidera. Es el circo romano de nuestro tiempo.
¿Qué es lo que más ama de su trabajo?
La posibilidad de conocer, muy de vez en cuando, a gente extraordinaria.
¿Cerveza, ron o vino?
Ron, siempre ron. Pero últimamente solo bebo agua y café negro (ríe).
¿Ha tenido o tiene un apodo? ¿Cuál es?
Mi compañero y amigo Jorge Martínez desde hace muchos años me apodó: “El Nica”. Así me suelen decir a veces en el trabajo. Por algo debe ser, imagino…
¿Le gustan las sorpresas?
Sólo las agradables, como a todo el mundo.
¿Cuál es su día favorito del año?
Cualquier día otoñal de septiembre.
De todo lo que pasó en 2018, ¿qué acontecimiento lo dejó más impresionado?
Es difícil elegir uno. Hay episodios realmente aberrantes. Desde el asesinato de Alvarito Conrado, de Gerald Vásquez, de Ángel Gahona, del bebé Teyler Lorío del que dijeron que era suicidio… el incendio de la casa en el barrio Carlos Marx… hay tantos momentos tan terribles…
¿A qué le atribuye que Daniel siga en el poder?
Al uso sistemático y permanente de la violencia, la amenaza y la coacción. Solamente a través de ello es capaz de mantener el poder.
¿Cree que una vía pacífica para salir de la dictadura sea posible?
Es la única vía posible.
Nunca como hoy Nicaragua necesita más…
Unidad.