Estarling Mercado creció en un hogar humilde en el barrio Guanacaste de Granada. La mayor parte de su infancia transcurrió en la vieja casa de su abuela materna, Francisca Acevedo (q.e.p.d.), un hogar que lo abrigó hasta los 14 años cuando se marchó hacia Nandasmo, Masaya, donde empezó a jugar futbol y dio el salto a la Liga Primera con el equipo local en la temporada 2016-17.
El buen desempeño del volante de 22 años le sirvió para llamar la atención del Real Estelí, que lo fichó para la juvenil en el Apertura 2017. En el Clausura 2018 debutó con el primer equipo en un Clásico Nacional contra Diriangén y marcó gol. A partir de ese momento se ganó poco a poco un lugar en Liga Primera y una mejora económica salarial que la destinó para la construcción de la casa de su padre José Mateo Mercado.
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“Era un compromiso que tenía conmigo de mejorar la casa de mi padre, donde viví mucho tiempo. Eso era algo que ya lo había decidido desde pequeño”, explica el actual volante del Junior. “La casa, mi abuela se la había heredado a mi papá y estaba viejita, no tenía piso ni división de los cuartos. Se reconstruyó casi toda”, señala el granadino, quien en sus días libres en Estelí se trasladaba a Granada para ayudar en la construcción.
Mercado aseguró que se tuvo que privar durante dos años de algunas cosas para mejorar la vivienda, pero que el esfuerzo valió la pena, porque eso le enseñó a administrar de mejor forma su dinero proveniente del futbol. Además de la construcción la casa, se compró una moto, en la que viaja desde Nandasmo, donde vive con su pareja Cristhel Rodríguez, con quien invirtió en un pequeño negocio de venta de ropa nueva y usada, más zapatos. “Esto es como el plan B después del futbol. Uno necesita tener algo para sobrevivir por si dejas de jugar”, dice el exseleccionado sub-20.
El volante del Junior tiene un prometedor futuro y él lo sabe, pero no se confía. El 2020 no lo jugó por un problema familiar a inicio de año que lo forzó a salir del CD Ocotal y en la segunda mitad del año una lesión, que le impidió dar el salto al futbol internacional. “Un agente me estaba consiguiendo una oportunidad para jugar en la Segunda División de Colombia, pero tuve un esguince de tobillo. Ahora ando bien y veré si me sale algo fuera, pero lo principal es ayudar al equipo a mantenerse en Liga Primera. Sé que está complicado, pero lucharemos con todo”, sostiene.