Jacinto Carrero regresó de Costa Rica por la muerte de su papá. Quería pasar tiempo con su familia, no pensaba quedarse en Nicaragua cuando tenía un trabajo estable en la empresa Z Gas del país vecino. En los días de semana se encargaba de darle mantenimiento a las válvulas y pintar los cilindros. También aprendió el oficio de soldador. Durante los fines de semana se transformaba en un tiburón del montículo. “Empecé abriendo juegos, gané muchos lideratos, luego llegó un venezolano y el mánager del equipo decidió que era mejor que salvara los juegos. Desde que llegué hemos sido campeón”, confiesa el pelotero.
Carrero también había escuchado que Apolinar García, lanzador derecho de Chontales, se acercó con 65 salvados al récord histórico, en manos de Carrero (80). Esa competitividad natural de un deportista lo empezó a pellizcar, a que saliera de su zona de confort y regresara al más alto nivel del país. “Estaba entrenando al equipo de mi hijo. Los preparo los jueves y viernes. Sin embargo, un día decidí ir a entrenar al estadio y me vieron los coaches del equipo. Me dijeron si estaba bien de mi brazo, me probaron y aquí estoy: a la disposición para cuando sea útil”, indicó Carrero.
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Ahora el nacido en Las Lomas, Malpaisillo, tiene otro objetivo entre ceja y ceja. No basta para él haber aumentado en dos salvados más el récord con su actuación del pasado fin de semana, quiere retirarse con 100 rescates en su carrera, dejando el listón demasiado alto para sus perseguidores. “El muchacho Julio César Raudez es el taponero del equipo, pero como sucedió el domingo que se metió a problemas ahí estaba yo para apoyar al equipo”, agregó.
Carrero saca pecho porque se considera un hombre con valores. “No me gusta trasnochar ni andar en malos caminos, tengo mi familia y me dedico a ellos”, señaló el veterano de 41 años. Es un hombre de campo que tiene siempre los pies en la tierra y sobre todo, nunca deja de aprender. “Estuve estudiando en la Universidad Agraria la carrera de Agronomía y me gustaría continuar mis estudios, uno nunca deja de aprender, espero que Dios me conceda salud y me ayude a culminar mis metas: el estudio y alargar el récord”.
Solo ser parte de la Selección Nacional fue la tarea pendiente en la carrera del líder en salvados. “La única vez que fui llamado ocurrió cuando Omar Cisneros estaba a cargo, pero en ese entonces estaba lanzando en Honduras. Muchos hacíamos eso, cuando terminaba la liga en Nicaragua nos íbamos a jugar a ese país”, concluyó.