El carisma de JC Ramírez ha calado entre los aficionados de los Guardianes de Fubon. Un día se va a las gradas a saludar al público para tomarse selfies, en otro baila con las animadoras del equipo, JC es quien pone la música en el gimnasio y se adapta rápidamente al entorno haciendo turismo. Probablemente en Taiwán lo vean como uno de ellos, sin embargo en su última presentación vivió una pesadilla desde la colina. Ramírez pasó de ser ese lanzador con destellos de Grandes Ligas al JC dubitativo, cargado de incertidumbres.
Ramírez sufrió su cuarta derrota, suma una más que triunfos (3). Este viernes no pudo conciliar la tranquilidad en la mayoría del juego, con amenazas constantes. En seis entradas permitió seis anotaciones, cuatro de ellas limpias, brindó dos bases por bolas y recibió cinco imparables. JC en total acumula 44 innings lanzados, le conectan dos jonrones y su efectividad es de 3.07. La sonrisa de todos los días se convirtió en la angustia del momento.
Te puede interesar: Injusta derrota de Jonathan Loáisiga por culpa de la nueva regla de las Grandes Ligas
En tan solo el primer inning ya perdía 3-0. Dio base por bolas a Chen Jiexian (primer bateador) como señal de un mal augurio. En total, se enfrentó a ocho rivales y recibió tres imparables. Se le cayó el piso. En el segundo inning volvió a ser acribillado producto de dos hits, un error y un wild pitch, para colocar 5-0 el encuentro. Sobrevivió al tercero sin alteración de la marea y en el cuarto tuvo suerte, tras dos imparables y un error de Ramírez, sacó el episodio con solo una carrera de daños, teniendo bases llenas sin out. En el quinto y sexto Ramírez pudo respirar.
El relevo permitió seis carreras más en el séptimo y finalmente se doblegaron 12-1 ante Uni-Lions. En una faena de 104 lanzamientos. JC revivió las pesadillas de su última temporada en Los Ángeles, cuando salía de la operación en su brazo, y su nivel de control y vulnerabilidad le hacía perder el sueño.