El Manchester City se estaba ahogando en la presión inicial del PSG. No terminaba de progresar, estaba siendo obligado a jugar hacia atrás, pero consiguió un gol que le trajo la calma, jugando como su rival: balón largo de su portero, encontró a su lateral izquierdo en el contragolpe, De Bruyne intentó disparar y Mahrez aprovechó el desvío para congelar las esperanzas del PSG. Con esa anotación tomaba las riendas del marcador, pero no del partido. Ese último detalle se alcanzó con el transcurso de los minutos. El PSG fue perdiendo conducción, posesión y peligrosidad. Finalmente, el City de Guardiola cumplió con uno de sus objetivos desde su llegada y una inversión por encima de los mil millones de dólares: disputar una final de Champions al triunfar 2-0 (4-1) en el duelo de vuelta.
Mientras hubo partido (en los primeros 30 minutos) Pochettino, entrenador de los parisinos, develó algunas grietas de los de Guardiola como el tardío despliegue de su juego. Aunque en este duelo el PSG no consiguió hacerle daño al oponente, demostró mucha peligrosidad en las llegadas. Faltó finalización y suerte como el disparo de cabeza de Marquinhos estrellado en el travesaño al 16’ y el robo de Di María a Bernardo Silva, sin embargo el disparo del argentino sin arquero solamente coqueteó con el poste. El City se reencontró con la pelota y empezó la fluidez. Sueltos sobre el césped cada vez más su vasto material de mediocampistas ofensivos escalaron sobre sus perseguidores y crearon espacios con la mejoría de la circulación.
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En el segundo tiempo, el juego del PSG había pasado a ser como una ciudad fantasma. Dejaron de incomodar a los de Guardiola e inició la rienda suelta del baile. Mahrez anotó el segundo (62’) en una contra construida por arquitectos del juego. De Bruyne condujo, marcando el ritmo, se acompañó con Foden para luego asistir al argelino y dejar sentenciada la eliminatoria. Ya desahuciado el PSG, sus jugadores perdieron las cabeza. Di María se hizo expulsar al 68’ y enterró cualquier pretensión existente. El duelo se convirtió en un trámite.
Este miércoles (1:00 p.m.) el Madrid tratará de responder a su grandeza contra un crecido Chelsea que jugará en casa. Fuera Varane por lesión, Zidane recuperó a Sergio Ramos y Mendy, además que se espera el despertar de Hazard.