Nicaragua entera se ilusionó con la posibilidad de ver a la Selección Nacional de Futsal en el Mundial de Lituania. Un grupo de 14 guerreros intentó la proeza en el Premundial de Guatemala. No obstante, el sueño se diluyó en el último partido de la fase de grupos. Más allá de las buenas sensaciones en lo deportivo, resalta la parte humana de los jugadores. Tal es el caso de Juan Zepeda, jugador que atravesó, antes de viajar con la Selección, por el momento más difícil en la vida de una persona: perder a un ser amado.
Wendy Zepeda, hermana de Juan, falleció a los 26 años de edad, el pasado 17 de abril víctima de cáncer de ovarios. Wendy era mamá de dos niñas y fue uno de los pilares fundamentales para que Juan cumpliera su sueño de ser parte de la Selección Nacional. “Mi hermana era fiel seguidora del futsal. Ella me llevaba, sin que mis padres se dieran cuenta, los fines de semana a una liga de barrio en Masaya, donde vivíamos. Mis padres, quienes practican la religión evangélica, no querían que yo estuviera en esa liga, porque los chavalos decían muchas vulgaridades”, relató el jugador.
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El futbolista recuerda con lágrimas en los ojos las últimas palabras que le dijo su hermana antes de fallecer. “Ella me dijo: ‘te amo con todo mi corazón, hermano, cuídate mucho y, sobre todo, cuida a mis hijas’. El día de su muerte me tocaba entrenar, fui a la práctica y luego regresé a Masaya a las 10:00 p.m., para estar en su vela”, relató Zepeda, quien mencionó que ambos fueron inseparables, viajaban juntos a la universidad y ella siempre estuvo presente en los partidos de Juan con la UNAN.
Zepeda tuvo un duro proceso durante la etapa de preparación de la Selección Nacional. Juan se quedaba por las noches a cuidar a su hermana en el Hospital Bertha Calderón, en Managua. Entrenaba de 7:00 a 9:00 p.m. y luego se iba al hospital. A las 5:30 a.m., tenía que alistarse para estar a las 6:00 a.m. en el entrenamiento de la UNAN Managua, donde juega en la Primera División de Futsal, a las 10:00 a.m. regresaba al hospital y salía a las 5:00 p.m. para reportarse a la Selección. Esa fue su rutina durante 20 días. “Fueron días donde me sentía desvelado, sin fuerzas, triste, pero el amor por ella y por representar a mi país me dio las fuerzas necesarias”, destacó Juan, quien es conocido como el Nene, porque su hermana así lo llamaba desde pequeño.
El jugador oriundo de Masaya marcó el cuarto gol en la victoria ante Cuba, no pudo mostrar la camisa con la imagen de su hermana, porque le iba a costar una tarjeta amarilla y con dos tarjetas se iba a perder el siguiente encuentro. “El anhelo de mi hermana era verme jugar el Premundial”, confesó Zepeda, quien en el último partido del Premundial de Nicaragua ante El Salvador, sí pudo mostrar al finalizar el encuentro la camiseta con la fotografía de su hermana, no pudo aguantar las lágrimas, miró al cielo y solo imaginó a su hermana sintiéndose orgullosa de él.
Nació en Guatemala por circunstancias de la vida
Juan Zepeda, de 25 años de edad, nació en Tecún Umán, San Marcos, Guatemala. Su papá (José Zepeda) se dedicaba a viajar a Estados Unidos por asuntos de trabajo; en uno de los viajes decidió llevarse a su esposa (Lesbia Cuadra), estando en Tecún Umán, que es la frontera entre Guatemala y México, Lesbia se da cuenta que está embarazada y decidieron que lo mejor era que ella se quedara en ese lugar hasta que diera a luz. Así fue como Juan Zepeda nació en suelo chapín en 1996, dos años después regresaron a Nicaragua.
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Zepeda fue parte de la Selección Nacional que ganó medalla de bronce en los XI Juegos Deportivos Centroamericanos que se realizaron en Managua, en 2017. Su meta era jugar en la Liga Primera, sin embargo, el destino lo llevó al futsal. Juan es egresado de la carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, estudió en la UNAN Managua. Sus planes son dedicarse a su carrera, pero tiene una oferta de un equipo de Costa Rica, Barrio Peralta, para jugar en la Primera División. De no concretarse su fichaje se retirará del futsal para buscar un mejor futuro en su profesión.