El pintor Patricio Marín dice que su mayor vergüenza fue cuando su mamá lo sacó borracho de una cantina delante de sus amigos.
Inició en la pintura estudiando cursos libres en la Escuela Nacional de Arte de Honduras, gracias a su mamá y amigos que lo apoyaron. Los temas que plasma en sus pinturas, que poseen un realismo casi fotográfico, captan la belleza en cada manifestación de la naturaleza.