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CONTENIDO EXCLUSIVO.El plantel más compacto —en teoría— quedó fuera de la lucha por el título. Desde el principio, el Real Estelí saltó como favorito porque estaba diseñado para llegar a la final contra el Managua, que lo eliminó en la semifinal. Línea por línea los norteños sacaban ventaja al poseer la base de la Azul y Blanco, es decir, los mejores jugadores del país en puestos claves como la defensa y el ataque, permitiéndole ganar cuatro de las últimas seis finales, sin embargo esta vez quedaron largo de las expectativas. Entonces: ¿Cómo se dio el gran fracaso del Tren del Norte?
Jugadores con bajo nivel. Los pilares de los norteños los conforman los jugadores nacionales y respaldados por uno o dos extranjeros, pero estuvieron por debajo del nivel de otros torneos o las lesiones, sobre todo, les pasaron factura a Juan Barrera con menos fuerza que a Carlos Chavarría, Manuel Rosas, Henry García y Brandon Ayerdis. El extranjero de mayor rendimiente, el brasileño Rodrigo Bronzatti, pasó más tiempo en la enfermería que el terreno de juego. Su compatriota Vitor Silva tuvo un buen desempeño, pero no jugó por acumulación. La ausencia de ellos, a excepción de Barrera, se reflejó en el equipo. En el Apertura 2020, Barrera marcó 13 goles en las primeras 11 fechas, pero el Estelí fue campeón porque 10 jugadores diferentes convirtieron el resto de anotaciones, entre ellos Ayerdis, Bronzatti, Quijano y Rosas. Ahora, en los últimos 10 encuentros la mayoría de los goles cargaron Barrera y Chavarría con cuatro cada uno. Quijano anotó un gol en la pasada semifinal y en esta ue protagonista en par de errores evidentes. Richard Rodríguez tampoco dio el paso al frente que se esperaba de él en los momentos como otros torneos.
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Temporada intermitente. La semifinal fue un reflejo del torneo del Estelí: inconsistencia. En el partido de ida se adelantó en el marcador, pero cometió dos errores seguidos en cuatro minutos y el Managua le remontó 3-1. En la vuelta, tuvo una ventaja de cuatro tantos y a diez minutos del final dio la impresión de confiarse y los Leones Azules le hicieron los dos goles que lo eliminaron. Su comportamiento en esta fase concuerda con el mostrado a lo largo de la etapa regular en la que estuvo líder en cuatro de las 18 jornadas por seis del Managua y ocho del Diriangén. ¿Las causas? Probablemente el pobre desempeño de los jugadores claves.
Calendario exigente. La Liga Primera, la Copa, Concachampions, más los partidos de la Azul y Blanco pasaron factura a los jugadores del Estelí. La primera vuelta (nueve partidos) de la Liga se jugó en un mes, cuando normalmente en ese tiempo se disputan menos de la mitad (4) de los juegos. El Estelí disputó los primeros ocho desafíos de visitante uno detrás de otro, es decir, viajaba cada tres o cuatro días porque se jugó miércoles y fin de semana. El calendario se apretó por los partidos de la Copa, un amistoso de la Azul y Blanco ante Guatemala y la preparación para el debut de las eliminatorias de Catar 2022, suma al viaja a Columbus por la Concachampions. Futbolistas estelares se lesionaron o lucieron agotados a lo largo del torneo como Richard Rodríguez, quien reflejó constantemente en su juego ese cansancio con su bajo rendimiento tanto en la Selección como en el Tren del Norte cuando en otros partidos había sido el más regular.
Extranjeros sin incidencia. El argentino Álvaro Rezzano y el ecuatoguineano Niko Kata son los peores fichajes del Estelí en mucho tiempo. Rezzano no estuvo a la altura de Denvern Fox, quien necesita competencia para dar lo mejor y con poco le quitó la titularidad. El rendimiento de Kata estuvo dos rayitas más abajo, casi ni jugó aunque siempre estuvo convocado. ¿Para qué traer dos extranjeros si van a pasar en el banquillo?