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Maycon Santana (sin camisa) celebra junto a Robinson Luiz el primer gol del encuentro. LAPRENSA/ROBERTO FONSECA

Diriangén domestica Leones y se convierte en campeón de Liga Primera

Los Caciques de Diriangén avanzaron a otro nivel con el paso del tiempo: aprendieron a domesticar Leones. La tropa de Flavio Da Silva se convirtió en campeón del Clausura de Liga Primera doblegando 1-1 (3-1 en el global) a los Leones

Cuenta la historia que los Caciques eran la máxima autoridad de su comunidad aborigen. Sabían manejar a las tribus, tomaban las decisiones más acertadas y se consideraban fuertes y con cierta sabiduría. Los Caciques de Diriangén avanzaron a otro nivel con el paso del tiempo: aprendieron a domesticar Leones. La tropa de Flavio Da Silva se convirtió en campeón del Clausura de Liga Primera, doblegando 1-1 (3-1 en el global) a los Leones de Managua. El triunfo no solo los consagra como los mejores de Nicaragua, sino les da el boleto a la Liga Concacaf.

Diriamba se vistió de blanco y negro. Más de seis mil boletos estaban vendidos, el rugido del público desconcentraba al Managua. Empezaron lentos e impreciso, sin un ataque letal a pesar de tener desde inicio al tridente más destructivo del futbol nicaragüense (Dos Santos, Gállego y Morillo). No obstante, el reto era mayúsculo: remontar dos goles y evitar recibir cuando se tiene una defensa floja, era como soñar con un jardín en el desierto o pedirle pelo a un calvo. El primer aviso real lo hizo Diriangén con un gol anulado del brasileño Robinson Luiz, se encontraba en posición prohibida. Dos minutos más tarde Maycon Santana filtraba otro pase magistral a Luiz, pero su mira estaba en la luna.

El Managua se encontraba al tú a tú, como aquel boxeador visualizando su derrota en las tarjetas y encuentra una esperanza en el intercambio de golpes. En esa batalla logró hacerse espacio y encontrar Lucas Dos Santos sin suerte en la definición. El técnico Emilio Aburto se frotaba las manos, pensando en que sería el gol del empate.

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El momento del partido ocurrió al minuto 33, cuando el Managua llegó con peligrosidad al área pequeña, fueron anulados y Josué Calderón mandó un pase largo a Robinson Luiz; el brasileño le ganó la partida limpiamente a Marcio Barbosa, a base de velocidad, y en el dos contra uno asistió a Santana, el líder goleador. Santana, más allá de ponerse nervioso, despertó al estar frente a portería, en su especialidad, y clavó el primer gol del encuentro.

En el segundo tiempo el Managua lució mucho mejor, con tres goles de ventaja no tenía sentido que Diriangén tuviera la iniciativa, sino solo bastaba que el tiempo corriera para convertirse en campeón. Managua aprovechó el balón y presionó constantemente la portería de Justo Lorente, sin suerte hasta el 84’, cuando Edward Morillo sacó un gol del sombrero, sin ángulo y con un marcador al oído soltó una izquierda que se coló en las redes. Se empató el juego, sin embargo nada había cambiado.

Maycon Santana recibió una segunda amarilla en la recta final y Diriangén quedó con 10 jugadores, resistió los cinco minutos finales de agregado, y ahora celebran junto a una afición que literalmente da la vida por su equipo al desafiar al Covid-19. Los Caciques demuestran una vez más que no viven de su historia, sino de su presente y se reinventan al domesticar Leones.

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