A través de un mensaje en la red social Twitter, la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo de Estados Unidos recordó a las “madres de los caídos” el 30 de mayo de 2018 y demandó al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo que cese la represión y restablezca las libertades civiles.
“Hoy, 30 de mayo, nos solidarizamos con las madres de los caídos y con quienes marcharon con valentía hace 3 años por una Nicaragua próspera, democrática y libre. Estados Unidos comparte estos objetivos e insta al régimen de Ortega a que cese la represión y restablezca las libertades civiles”, dice el tuit de la entidad estadounidense.
Today on May 30th, we express solidarity with mothers of the fallen and those who courageously marched 3 years ago for a prosperous, democratic, and free Nicaragua. The United States shares these goals and urges the Ortega regime to cease repression and restore civil liberties.
— State Department: Democracy, Human Rights, & Labor (@StateDRL) May 30, 2021
De igual manera, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) envió su saludo a las madres de Nicaragua en su día y “en especial a quienes perdieron a sus hijas o hijos en el contexto de las represiones en el país” en 2018.
En recordación de los 3 años de la Marcha de las Madres de Abril, la @CIDH honra a todas las madres de #Nicaragua en su día, en especial a quienes perdieron a sus hijas o hijos en el contexto de las represiones en el país. #DDHH 1
— CIDH – IACHR (@CIDH) May 30, 2021
La tarde del 30 de mayo de 2018, Managua se vistió de azul y blanco y luto, cuando se realizó la que probablemente fue la marcha cívica más grande de aquella rebelión en contra del régimen Ortega Murillo. La manifestación era en apoyo a quienes ya habían perdido a sus hijos por la represión desatada por el régimen, pero nadie se imaginó que esa fecha dejaría marcada por completo a otras madres nicaragüenses que perdieron a sus hijos y al país.
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El inmenso mar de gente salió de la Rotonda Jean Paul Genie y se dirigía a la Universidad Centroamericana (UCA), en Managua, ondeando banderas de Nicaragua, carteles con la leyenda «justicia», fotografías de las víctimas, pequeños murales, flores y cruces. Pero en las cercanías de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), por órdenes del régimen, francotiradores apostados en el Estadio Nacional de Béisbol comenzaron a disparar a los opositores, resultando varios de ellos asesinados y heridos. Ese día 19 personas resultaron muertas y decenas heridas en todo el país.
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