Nicaragua pasó de un optimismo desmedido al marcar en el primer inning a pelear por evitar la humillación del nocaut, el cual finalmente llegó (13-3) ante República Dominicana en el octavo episodio en el partido que definía quién avanzaba a la segunda etapa del torneo. Se cayó la columna vertebral de la tropa pinolera: el picheo. Elías Gutiérrez entró sin control pleno de sus lanzamientos, recibió dos jonrones y en un abrir y cerrar de ojos ya perdíamos 5-1. Demasiado músculo dominicano para un equipo vegetariano en poder como el nuestro.
La emoción inicial se disipó pronto. Ilusionó el imparable de Ismael Munguía, de Brandon Leytón e infield hit de Benjamín Alegría ante el abridor Marcos Molina. Habían bases llenas sin outs, era el cuadro perfecto para machacar a los caribeños. Jilton impulsó la primera con un elevado de sacrificio, pero Luis Alen entregó la valija con un roletazo para doble play. Se acabó la magia, el golpe sorpresa. En el cierre del primer inning Elías Gutiérrez no pudo trabajar con tranquilidad. Una base por bolas a Emilio Bonifacio y un jonrón de Julio Rodríguez nos había enterrado en la realidad.
Te puede interesar: El enojo de Marvin Benard con los jugadores de la Selección Nacional
En el tercer episodio nuevamente se combinaron dos bases por bolas y un jonrón de Luis Liberator para sacudir los cimientos pinoleros (5-1). El juego se escapaba de las manos. Raramente, el mánager Marvin Benard, quien había estado pendiente de todos los detalles del picheo y tenía la gente lista decidió mantener a Gutiérrez tras la segunda base por bolas. No obstante, ripostó Nicaragua en el cuarto con la base por bolas de Alen, el golpe a Isaac Benard y el imparable de Norlando Valle. Aún estaba 5-2 el encuentro, pero las esperanzas de otra remontada como la del martes estaban cada vez más lejos.
Las cenizas tocaron la puerta nicaragüense en el quinto inning con la salida de Elvin García dejando dos circulando. Junior Téllez llegó con leña y le arrancaron el brazo con tres imparables y una base por bolas. Con el duelo 9-2 era cuestión de tiempo que el nocaut acechara a la Azul y Blanco. Durante el séptimo episodio Ofilio Castro recibió una base por bolas, Munguía ligaba doble y Leytón conectaba elevado empujador (9-3). Esa fue la última rayita antes de la tragedia final. La tropa caribeña anotó dos más en el séptimo con vuelacercas de Yefri Pérez y Julio Rodríguez y otras dos en el octavo a través del jonrón de Juan Francisco y la impulsada de Jeison Guzmán.
Ahí acabó Nicaragua su trabajo, el más lamentable de todos por la caída al precipicio de su picheo y el pobre bateo. No obstantes, en términos generales se hizo una actuación decorosa con el triunfo sobre Puerto Rico. Adiós a Tokio 2021, bienvenida realidad.