Esteban Ramírez había decidido no jugar más beisbol. A sus 41 años había cambiado los estadios por la minería, sin embargo una solicitud de la directiva del equipo metropolitano le hizo replantearse las cosas. El jardinero oriundo de Larreynaga, León, se retiró en 2016 debido a una lesión en el tendón de Aquiles de su pierna derecha. Cinco años después está de regreso.
Luego de guardar su uniforme, su gorra y zapatos de juego en el baúl de los recuerdos, se dedicó a trabajar en la mina El Limón. “Yo trabajo como fiscal en la mina. Ahorita que estoy jugando con León es porque tengo permiso de mis jefes, que fue solicitado por la directiva del equipo. Más que todo fue por apoyar al equipo, pero debía asegurar que no iba a perder mi trabajo. En la mina me mantienen el salario a pesar de que no estoy trabajando normal, por eso acepté jugar con León, porque de lo contrario jamás hubiese regresado”, afirmó el pelotero.
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Tras su retiro, la prioridad de Ramírez fue buscar un trabajo estable y que le permitiera mejorar su estabilidad económica. “Lo que se gana ahora en el Pomares no ajusta ni para la comida, la canasta básica está por las nubes. En la mina El Limón gano más de 20 mil córdobas al mes, mientras que en el Pomares se gana alrededor de 10 mil córdobas, otros ganan nueve mil”, enfatizó el patrullero.
Esteban Ramírez acumula 888 hits, 89 cuadrangulares y 514 carreras empujadas en su carrera. No obstante, no es su prioridad intentar ingresar al selecto grupo de artilleros con 100 trancazos y 1,000 imparables en primera división. “No tengo intención de ir en busca de esas marcas, porque se termina el Pomares 2021 y yo regreso a mi trabajo, que es donde está mi bienestar”, añadió el leonés, que en ocho encuentros en su regreso con los metropolitanos conecta cuatro imparables en 21 turnos y batea para .190.
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La crítica de Ramírez
Ramírez sabe que sus condiciones físicas un día ya no le van a responder para seguir trabajando en la mina y debe estar preparado para cuando llegue ese momento. “Si Dios quiere, más adelante pondré un negocio de venta de ropa nueva con mi esposa, porque ahorita la situación económica del país no está para poner un negocio”, mencionó el toletero.
Asimismo, su regreso al beisbol le permite poder aconsejar a los peloteros más jóvenes. “Yo les digo a los muchachos que deben aprovechar su momento, porque después te mandan al carajo y no les importa si uno tiene familia. Cuando los dueños de equipos quieren, te mandan a la calle y no hablo solo de León, sino de todos los conjuntos. Ningún atleta de los diferentes deportes recibe una ayuda si se lesiona y no puede seguir jugando”, argumentó Ramírez.