Harvin Oporta creció sin el calor de sus padres, su mamá (María Paz) tuvo que viajar a Costa Rica en busca de un mejor futuro cuando él tenía 3 años de edad. De su papá sabe muy poco, solo tiene conocimiento de que es originario de Chinandega. No obstante, su infancia fue muy agradable a pesar de las adversidades, ya que su felicidad era acompañar a sus abuelos, con quienes se ha criado la mayor parte de su vida, a las jornadas laborales en el campo, donde sembraban maíz, frijoles y chayote.
Aquel niño que soñaba con algún día ser aclamado en un estadio de beisbol, se levantaba de madrugada con todo el entusiasmo y recoger la cosecha en un canasto era su principal tarea. Cuando corría en medio del campo, imaginaba que lo hacía recorriendo las bases, después de conectar un cuadrangular.
El pelotero de Boaco, de 27 años de edad, está en su novena temporada en la primera división y ahora recoge los frutos de su perseverancia y su cambio de mentalidad a la hora de estar parado en el cajón de bateo. Antes jugaba sin motivación, porque no tenía propósitos ni objetivos claros en la pelota casera. En el Pomares 2021, atraviesa por el mejor momento de su carrera, muestra de ello son sus números, que lo ubican como el líder en hits conectados del campeonato (75), sublíder en carreras anotadas con 47 y es el séptimo mejor artillero de la liga con .383 de promedio.
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El jardinero derecho, al igual que toda la afición boaqueña, está disfrutando las mieles del éxito, ya que por primera vez avanzan a la segunda ronda en el Pomares. “Jimmy González y Jonathan Loáisiga han estado muy pendientes de mí, ellos me han ayudado mucho para mejorar mi mecánica de bateo. Ahora, al momento de batear bajo un poco las manos y me enfoco en conectar la bola hacia el centro del campo, eso me ha ayudado mucho”, detalló el patrullero.
Después de finalizar el Pomares, Harvin Oporta tenía como costumbre viajar a Costa Rica para visitar a su mamá y a sus tres hermanos, quienes nacieron en suelo costarricense. A su vez, el pelotero aprovechaba el viaje para ganarse un dinero extra trabajando en construcción. “Tengo dos años de no ir a Costa Rica por la pandemia y por la situación difícil que atraviesa el país. Sin embargo, aprovecho los cinco meses libres para trabajar acá en Boaco en la albañilería con unos amigos”, mencionó.
El anhelo de Oporta
Harvin Oporta sueña con recibir una oportunidad de jugar en la Liga de Beisbol Profesional Nacional y de vestir la camiseta de la Selección Nacional. “Quiero hacer los mejores números esta temporada, teniendo buenas estadísticas tal vez me dan un chance en algún equipo de la Liga Profesional. Esa es mi meta a corto plazo, ya que es el máximo nivel del beisbol nacional”, finalizó Oporta.